1 Quisiera experimentar todo sobremanera: su capacidad infinita de sentir, en todos los aspectos, tanto es así que si dependiera de los hombres, los seres humanos ya no existiríamos, y eso es dolor: ellas al poco tiempo se olvidaron de todo ese dolor y vuelven a tener un hijo.

2 Todo, desde ponerse arriba de esos zapatos diversos, pero la mayoría incómodos. El lío inmenso que debe producirse en la cabeza con la primera menstruación; una niña deja de serlo sin quererlo, por un hecho físico que llega sin que lo esperes, sin estar preparada. Debe ser ciertamente complicado de transitar.

3 Vuelvo a emplear el término: los resignaría todos, y así lo siento, realmente. Tomo como privilegios el rol del proveedor, del protector, sin contar que ahora, con mis 49 años, voy descubriendo cuánto nos cuidan y proveen las mujeres.

4 De seguro debe de haber alguna en mi historia, pero casi que podría decirlo en esos términos, alguna. Tengo dos hermanas mayores, y pareciera ser que algo han influido en mi formación, ya que siempre me mantuve muy atento a lo que sienten y piensan. De hecho, soy un apologista de las capacidades infinitas de la mujer.

5 Creo que sí. He pasado por esa situación y la palabra final es siempre de ella. Creo que debe ser así, una evaluación conjunta de qué tipo de relación se está teniendo, en qué momento de esa relación se está y, desde ya, la decisión final será de ella, que es quien va a llevar la carga más pesada para una resolución u otra.

* Legislador porteño por el Frente para la Victoria (FPV). Referente de la Corriente Nacional Martín Fierro