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Lunes, 23 de mayo de 2005

FúTBOL › LA BOMBONERA LATIO COMO SIEMPRE

El que no vibra es un marciano

Por Leonardo Castillo

Un año atrás, un diario inglés confeccionó una lista de 50 hechos deportivos que ningún aficionado debía perderse en su vida, y en el primer lugar de la nómina se encontraba el Superclásico entre Boca y River en la Bombonera. Y ayer la parcialidad local se encargó de demostrar el porqué de esta afirmación. En un encuentro con altibajos ante su eterno rival, la doce, con todo el fervor y el colorido que exhibió, se transformó en el verdadero espectáculo durante los noventa minutos de juego. Banderas, cargadas al adversario y un aliento constante constituyeron parte de la fiesta con la cual los hinchas boquenses celebraron este triunfo del conjunto de Jorge Benítez en el partido que siempre ambicionan ganar.
“El que no salta es un cornudo/ el que no salta es un cornudo”... se cantaron en masa los hinchas de Boca antes del partido en relación al conocido y publicitado diferendo que desde hace días sostienen los jugadores de River Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio. Mientras en el palco vip los hinchas desplegaron una bandera que portaba una dura ironía: “Lo mío es ‘Tuzzio’, lo ‘Tuzzio’ es mío”, con la firma de Ameli.
Pero no bien comenzó a rodar la pelota, los hinchas de Boca dejaron de lado las alusiones a los defensores de River para alentar a su equipo. Cada vez que Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo entraban en contacto con la pelota, el entusiasmo crecía en la popular local. Y en una jugada entre estos dos jugadores históricos llegó el primer gol del partido, que instaló la locura en el 80 por ciento de la Bombonera.
A pesar de que el juego del equipo de Benítez no convencía, el respaldo siguió hasta el empate que Luis González marcó en el arranque del segundo tiempo. La transitoria igualdad reanimó a los simpatizantes de River, quienes desde la tercera bandeja de la tribuna visitante rompieron el silencio que se habían impuesto en la primera mitad del encuentro.
El fútbol de Boca no aparecía y llegaron las primeras muestras de disconformidad: Movete xeneize movete/ Movete dejá de joder... Pero en los últimos quince minutos el conjunto local inclinó el desarrolló del partido, y a seis minutos del final, Marcelo Delgado, con un formidable tiro libre, marcó el gol de la victoria. La Bombonera estalló en un grito que hizo vibrar todo el estadio.
Así, mientras los jugadores aguantaban la embestida de un adversario que buscaba el empate, el público de Boca saltaba y cantaba en medio de los flashes de los turistas, que con sus cámaras digitales y filmadoras de bolsillo trataban de registrar ese momento máximo de la pasión futbolera que sólo es capaz de manifestarse en un estadio argentino. Y en ese clímax llegó el final. Los xeneizes festejaron un triunfo esforzado y sufrido ante River de la manera que mejor les sienta: jugando a lo Boca.

Boca 2
Abbondanzieri; Alvarez; Schiavi; M. Rodríguez; Calvo; Cagna; Gago; Vargas; Gugliel’tro; B. Schelotto; Palermo.
DT: Benítez.

River 1
Costanzo; Diogo; Ameli; Gerlo; Mareque; L. González; Mascherano; Zapata; Gallardo; Farías; Sand.
DT: Astrada.

Cancha: Boca.

Arbitro: Horacio Elizondo.

Goles: 13m Barros Schelotto (B); 46m L. González (R); 81m Delgado (B).

Cambios: 58m Ledesma (7) por Vargas (B); 64m Delgado (7) por Guglielminpietro (B); 72m Palacio por Barros Schelotto (B); 73m Patiño por Gallardo (R); 78m Salas por Farías (R); 90m Domínguez por Mareque (R).

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