Rafael Nadal puso ayer fin al “maleficio Nole” al derrotar en la final de Montecarlo a Novak Djokovic, que sigue así sin poder ganar el torneo de la ciudad en la que vive. Nadal no sólo ganó, sino que arrasó al serbio. El español admitió: “Siento algo increíble. Para mí es mucho más importante la victoria que el dolor en caso de haber perdido. Siete u ocho derrotas no hacen diferencia. Volver a ganar, sí”. Y, a modo de elogio a su rival, agregó: “El deporte es así, a veces se pierde, a veces se gana, y contra un jugador como Novak podés esperar perder”. Djokovic le devolvió la gentileza durante la ceremonia de premiación presidida por el príncipe Alberto de Mónaco: “Rafa, sos un gran campeón y mereciste ganar”. “Tras siete veces, gracias por dejarme ganar esta vez”, bromeó Nadal mientras Djokovic le palmeaba la espalda.