Tom Waits es el villano invitado en Under the Influence, el acompañante contrafóbico de Richards en el film, aunque en la música el stone es el que siempre puso orden. “Nos conocimos 30 años atrás –dice Keith–. Lo amo desde el momento en que lo conocí”. Eso fue cuando Tom Waits registró su trascendental Rain Dogs y Richards tocó guitarras y le hizo coros. “Keith es como un taxista de Londres que conoce todas las rutas –lo define Waits–, solo que trasladado a la música”.

Keith Richards participó en tres álbumes de Tom Waits: el mencionado Rain Dogs, Bone Machine (1992) y el más reciente Bad As Me, haciendo coros y tocando guitarras. Pese a que nunca ha sido al revés, el cariño entre ambos no se resiente y confiesan el asombro por el otro. Richards ríe en el vehículo que lo transporta cuando recuerda que “Tom es un excéntrico, tenía una habitación llena de instrumentos extraños, y un melotrón que solo tenía sonido de trenes, el hijo de puta”, y Waits gesticula con ampulosidad al recordar la llegada de Keith a su estudio: “Se trajo un camión como con trescientas guitarras y un valet que se las traía como si fueran postres o bebidas”. Hombres con estilo.