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Domingo, 2 de noviembre de 2008

DEPORTES › CLASICO. ÑULS Y CENTRAL SE ENFRENTAN HOY EN EL PARTIDO QUE ESPERA TODA LA CIUDAD.

Un domingo a todo a nada

La sensación de estar ahí, la euforia, la transpiración, los empujones y las avalanchas en las populares. Nada de eso se transmite por TV, sólo un grupo de privilegiados hinchas fanáticos son los que podrán contar después esa historia. Siempre hay una previa y ésta indica que los rojinegros salen a su cancha del Coloso del Parque con todos los pronósticos señalando su favoritismo, ante un Central que acumula lesionados y que apenas se reencontró con el triunfo el miércoles pasado.

 Por Alejo Diz

Ñuls: Peratta; Aguilar, Schiavi, Insaurralde, Ré; Machín, Bernardello, Vangioni; Leandro Torres; Diego Torres; Fabbiani. DT: Fernando Gamboa.

Central: Broun; Danelón, Ribonetto, Braghieri, Jorge Núñez o Bogino; Zarif, Paglialunga, Cristian González, Gervasio Núñez; Franzoia, Vizcarra. DT: Gustavo Alfaro.

Arbitro: Héctor Baldassi

Cancha: Coloso del Parque

Hora: 15.10

TV: TyC Sports

El juego de las diferencias ya no tiene reminicencias de clases, como algún tiempo fue el equipo de los trabajadores contra el combinado de la oligarquía. El tiempo fue destiñendo aquellos colores sociales pero no pudo alterar un ápice el azul y amarillo y el rojo y negro de una otra divisa. En tiempos donde la televisación todo lo muestra, improvisando un Gran Hermano de la redonda, incluso hasta el clásico de esta tarde, que se podrá seguir en vivo por cable; el fervor, la pasión repetida en ovaciones, la tensión claustrofóbica de estar parado en una tribuna donde no hay lugar ni para sacar un pañuelo, no se emite por tevé, y eso lo sentirán un racimo de privilegiados 30 mil hinchas, que le darán marco a un clásico en el Coloso del Parque donde los rojinegros salen a la cancha con todos los pronósticos señalando su favoritismo, ante un Central que no deja de acumular lesionados (ayer se contracturó Jorge Núñez y es improbable que juegue) y tiene apenas el consuelo de reencontrarse con el triunfo el miércoles pasado.

Tiempos modernos. Cuando juegan Central y Ñuls ya no hay que esperar hasta la noche para ver los goles (si los hay, algo que no es frecuente), y nadie anticipa el almuerzo para ver a los pibes de la reserva que serán los abanderados de las ilusiones en la temporada por venir. Ser canaya o leproso ya no es sinónimo de identidad. Porque si bien ambas entidades fecundaron su semilla institucional a manos de los inmigrantes ingleses, siendo los canayas el elenco de los trabajadores del ferrocarril y los leprosos la expresión de la aristocracia inglesa, ya no quedan rastros de esos antagónicos primeros pasos.

Por estos días todo aquello es historia. Ñuls está tan arraigado en los barrios de la ciudad, como Central han encontrado simpatía en sectores vedados para sus orígenes populistas. Y si de fútbol hablamos, los equipos que hoy saldrán a la cancha tampoco gozan de buena memoria. Los leprosos perdieron su elevada jerarquía nacional en materia de formación de jugadores, arrastrando una inferiores a las cuales, de no cambiar el rumbo en lo mediato, se le diagnostica un horizonte de cenizas. Es que sólo cuatro futbolistas que se formaron en el patio trasero del parque Independencia serán titulares esta tarde: Germán Ré, Hernán Bernardello, Leonel Vangioni y Leandro Torres. Central, en cambio, mostrará sólo a dos foráneos: Walter Ribonetto y Andrés Franzoia, aunque en su puesta en escena ya no ostenta un caudillo que lidere por talento, como lo hizo Mario Kempes en los '70 y Omar Palma en lo '80, y por eso de cosechas deportivas poco de puede hablar de los '90 y la primera década del siglo XXI.

Hablemos de fútbol. En lo institucional, Central y Ñuls atraviesan momentos también opuestos: los de Arroyito intentando levantarse tras una década de serios y repetidos tropiezos administrativos; los del parque Independencia aún no ganaron esa batalla. En la tribuna, claro está, no se hablará de estas particularidades entre canayas y leprosos. El tópico de la conversación girará en torno a lo propondrán Gustavo Alfaro, de apenas dos semanas al frente el equipo, y Fernando Gamboa, con casi tres meses de trabajo.

Central es uno de los equipos con más derrotas en el campeonato (siete), y también uno de los clubes con más trastornos del orden físico. Es que al desgarro de Ezequiel González, la molestia en la rodilla de Leonardo Borzani y la contractura de Emilio Zelaya, ayer se sumó Jorge Núñez, con una dolencia muscular que lo tiene afuera del partido de esta tarde, aunque Alfaro preguntará este mediodía por su salud.

Estos trastornos tienen al auriazul con un elenco de bajo promedio de edad, que tendrá la tutela anímica y deportiva del Kily, pero que obligará al entrenador a desplegar en cancha una formación que nunca jugó. Es que ni siquiera la defensa titular podrá disponer hoy el entrenador. La lesión de Jorge Núñez le abre las puertas a Ignacio Bogino, que pasará a jugar de marcador lateral derecho, trasladando a Danelón al costado izquierdo.

La propuesta de juego se completa con Franzoia acompañando a José Vizcarra en el ataque, ante la fatiga muscular de Zelaya, aunque la confirmación de parte de Alfaro se conocerá esta tarde. Había sugerido el técnico canaya disponer de una alineación con cinco volantes y un sólo delantero, pero el ingreso de Franzoia promete respiro ofensivo para un equipo que, por el rival que tendrá en frente, probablemente sea hostigado con celosa maca al momento de salir jugando. Solidez defensiva, corridas de Franzoia, oportunismo de Vizcarra y certeza en las pelotas paradas, marcan los puntos futbolísticos donde Central deberá apoyarse por salir airoso del parque Independencia. Cualquier otro escenario mostraría a un canaya como nunca se lo vio en el Apertura.

Como no podía ser de otra manera, Ñuls es la antítesis de Central. Porque si el canaya tiene el orgullo de afrontar el clásico con mayoría de juveniles, el leproso ratifica su pérdida de identidad alzando sus valores en caras extrañas a su escuela, como Rolando Schiavi y Cristian Fabbiani. Rescate de la esencia extraviada la enarbola la vuelta de Gamboa, en este caso como entrenador. Y su arribo supone, implícitamente, el intento por imitar el Ñuls de Marcelo Bielsa.

Jugando de local, la lepra, por momentos, ha hecho buenas representaciones del equipo del Loco, asfixiando al rival y erigiendo su juego en forma vertical. De eso pueden dar fe Independiente, Tigre y Estudiantes, y a esa situación el rojinegro buscará llevar a Central. La puesta en escena física es la raíz de la propuesta leprosa, que tiene continuación en un puñado de jugadores que además de correr prestan atención al trato de la pelota, como Leandro Torres, Vangioni, Diego Torres y Fabbiani. Y es precisamente el Ogro la gran atracción del equipo, no por los vehemente ademanes que reparte el delantero para reclamar al árbitro y alterar al rival, sino por su juego avasallante, difícil de contener, y más aún cuando pisa el área.

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La disputa por el balón. Una imagen que esta tarde se repetirá en todos los rincones de la cancha.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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