A partir de mañana la dirigencia de Central definirá la desvinculación de Diego Lagos y la posible venta de Antonio Medina. El ex Instituto pretende irse de Arroyito para jugar en México, mientras que el ex Boca Unidos tiene propuesta de otros clubes del país y la entidad canaya, dueña de su pase, está dispuesto a venderlo para hacer frente a parte de la deuda que arrastra la entidad. Miguel Russo sigue de cerca estas gestiones y se aboca a contratar dos refuerzos, siendo la prioridad la llegada de un defensor, mientras se resuelve la vuelta de Jesús Méndez.

Lagos llegará mañana a la ciudad para negociar con el presidente Norberto Speciale su rescisión de contrato, que se extiende hasta junio de 2015. Lo que deben acordar las partes es el dinero que el jugador deberá pagarle al club en carácter de "indemnización", aunque gran parte de esos fondos serán saldados a cambio de la deuda que el club tiene con el delantero. Lagos firmó un precontrato con Pumas de México por tres años de duración.

El caso de Medina es diferente. El jugador pasó a ser suplente en el equipo tras la aparición de Walter Acuña, por lo cual está dispuesto a dejar Central si aparece una oferta. Las primeras que llegaron se trataron de clubes de Nacional B, que fueron desestimadas por Central y el propio jugador. Pero de llegar un ofrecimiento de un club de primera, Central seguramente se desprenderá del pase de Medina.

En cuanto a Jesús Médez, todo está en manos del técnico Miguel Russo, quien decidió esperar antes de sellar la vuelta del volante. Aunque más allá de la voluntad del jugador por volver, Central tendrá que acordar un préstamo con Boca, dueño del pase del mendocino. Y esta negociación recién se llevará cabo sobre fin de año. Porque a Russo lo urge sumar un zaguero central, y por ahora no aparecieron en el mercado de pases opciones con conformen el técnico y a su vez estén al alcance de la tesorería auriazul.