rosario

Lunes, 9 de octubre de 2006

CULTURA / ESPECTáCULOS › "EL CAMINO DE SAN DIEGO", DE CARLOS SORIN

Un pequeño mundo conformista

 Por Leandro Arteaga

El camino de San Diego

Argentina, 2006

Dirección y guión: Carlos Sorin.

Música: Nicolás Sorin.

Fotografía: Hugo Colace.

Intérpretes: Ignacio Benítez, Carlos Wagner Messerlian La Bella, Paola Rotela, Silvian Fontelles, Miguel González Colman.

Duración: 98 minutos.

Salas: Monumental, Del Siglo, Village, Showcase.

Puntos: 6 (seis).

El cine de Carlos Sorin (La película del rey, Historias mínimas) evidencia lugares estéticos que lo referencian: La utilización de actores no profesionales, e historias simples y acordes con dichos protagonistas; mientras da lugar a un pequeño mundo muchas veces oculto por los dictámenes ﷓y el verosímil﷓ de las grandes producciones.

De todos modos, con El camino de San Diego se juega cierta ambigüedad que, por lo menos hasta su desenlace, hace que la historia tenga demasiado afecto por lo que ocurre. Tal vez sea ésta la película más estereotipada de su realizador, donde pareciera ser que la solidaridad y la sencillez son los componentes ineludibles de sus personajes. La maldad, prácticamente, es un sentimiento o acaecimiento extraño. Tanto es así que la Misiones de El camino de San Diego se vuelve, por momentos, un pasaje del mejor cine Disney, con loritos y mariposas digitales incluidas.

La ambigüedad referida tendrá que ver con la simpatía con la que ciertos ritos paganos son mirados. La mística del Gauchito Gil se mezcla con la suscitada tanto por el Che Guevara como, claro, la de Diego Maradona. Casi como si sus protagonistas fuesen curiosos personajes devotos y risueños, dignos para la vista de un amplio mercado cinematográfico, aquél que, recientemente, ha premiado dicho film. Lo que significa que no es una mirada crítica la que se trasluce, precisamente, a través de El camino de San Diego, aunque, convengamos, sea su desenlace el que se atreva a resignificar todo el relato. El vendedor ciego y su lotería son, justamente, la mejor analogía a la que el film se atreve.

Recién allí es cuando la película de Sorin encuentra su enclave.

Compartir: 

Twitter

El director vuelve a hacer un cine de historias simples. Pero esta vez, no es una mirada crítica la que se trasluce.
 
ROSARIO12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.