Un gran día

El 22 de diciembre de 2009, un gran paso para la búsqueda de justicia. Deseamos manifestar nuestra conformidad por la sentencia impartida en el primer juicio contra un grupo de represores de Santa Fe. Se inicia así, una nueva etapa en la vida democrática y un fortalecimiento de la justicia. Una justicia que albergó en su interior a un miembro del terrorismo de Estado.

Justicia que se sanea a sí misma al sancionar a un magistrado que fue miembro de la dictadura.

Porque no somos los participantes de este juicio los únicos reparados por el fallo. Es la sociedad en su conjunto: las condenas impartidas reconocen que los hechos fueron cometidos en el marco de un plan sistemático y generalizado de represión por parte del Estado. Esto aporta al conocimiento de la verdad histórica, patrimonio de todo un país.

Se lo tributamos a la/os H.I.J.O.S. de nuestra/os compañeros y compañeras desaparecidos, a las Madres de la Plaza que estuvieron presentes en las larguísimas jornadas del debate, estas mujeres nos sostuvieron con sus manos, con sus lágrimas, con sus sonrisas.

Se lo tributamos a nuestra/os hija/os que merecen una sociedad libre de torturadores y genocidas. A nuestras familias.

Se lo tributamos a los testigos de esta causa que partieron antes de llegar al juicio: Eduardo Alfredo Almada, Jorge Distéfano y a Juan José Perassolo. Por la memoria de los 30.000 desaparecidos, Presentes.

Anatilde Bugna, Patricia Traba, Stella M. Vallejos, querellantes en la causa Brusa. Alejandra Romero Niklinson, Horacio Coutaz, Guillermo Munné, abogados querellantes.