Tragedias

Territorios como el santafesino y también el Santiago del Estero y el Chaco, padecieron la devastación y expoliación de las compañías que explotaron el quebracho colorado para la extracción del tanino, estas maniobras destructoras de ecositemas se desplegaron con la anuencia estatal.

Las grandes huelgas proletarias llevadas a cabo en la década de '20 por los obreros agrupados en la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.), dejaron en evidencia la complicidad de los empresarios y los funcionarios de entonces, incluida la formación de grupos parapoliciales para la represión de los trabajadores insumisos. Cuando los capitalistas decidieron la retirada por la baja en la rentabilidad y su opción por la mimosa africana lo único que quedó fueron los "pueblos fantasmas" y como mudos testigos las estructuras de ladrillos de los galpones invadidos por la maleza. Estos territorios arrasados por la codicia capitalista nunca más volvieron a recuperarse de semejante crimen ecológico y solo la miseria fue el resultado, eso sí, engrandeciendo las arcas de los explotadores.

Las investigaciones llevadas adelante de modo exhaustivo por el escritor Gastón Gori, muestran la magnitud del desastre perpetrado, los atropellos e injusticias impunes.

Protagonistas de los acontecimientos como el militante anarquista Angel Borda, dejaron plasmado su testimonio en páginas memorables de coraje enfrentando a la temible Forestal.

Desde hace décadas, el imparable proceso de sojización está generando una agricultura sin agricultores con los pools de siembra que atacan poblaciones enteras con la fumigación cercana a pueblos y ciudades, generadora de una multiplicidad de enfermedades.

Las megacorporaciones no detienen su perverso accionar contra la vida en sus diversas manifestaciones y destruyendo la biodiversidad de la flora y la fauna.

Este fenómeno cuenta además con la tergiversación informativa de multimedios periodísticos que siembran confusión.

Lo cierto y evidente es que las consecuencias de este proceso va quedando a la vista de todos los que quieran verlo, más allá de los discursos están los hechos y las víctimas de estos macabros experimentos.

Carlos A. Solero

[email protected]