"Nos sorprende que Estados Unidos no condene abiertamente a Israel", dijo Abed Rabbo desde Atenas, donde se encuentra de visita con Abbas. Washington canceló su diálogo con Israel después de tres semanas tratando de cerrar un acuerdo para congelar los asentamientos por un periodo de 90 días. Según el New York Times, el gobierno norteamericano no tenía la esperanza de lograr grandes cambios entre israelíes y palestinos con tal acuerdo.

Abed Rabbo informó de que el presidente palestino recibió el martes un mensaje de Washington en el que el gobierno de Obama solicitaba mantener acuerdos por separado con Israel y el gobierno palestino para deliberar sobre las fórmulas para seguir adelante con las negociaciones de paz, paralizadas desde finales de septiembre. Esta propuesta no es más que "un nuevo intento para seguir estancados", dijo el consejero de Abbas.

"Si Estados Unidos no es capaz de conseguir un congelamiento por un periodo limitado de tiempo, ¿cómo va a poder arrancar de Israel un acuerdo para una solución basada en dos Estados con la vuelta a las fronteras de 1967", se preguntó Rabbo.

Israel no ha comentado la decisión norteamericana por el momento y ha insistido, sin embargo, en su "determinación de seguir adelante con los esfuerzos para alcanzar acuerdos históricos de paz con los palestinos, un acuerdo que traiga una reconciliación genuina entre los pueblos", dijo un funcionario del gobierno israelí.

"Creemos que es posible ver a los palestinos alcanzar su soberanía al mismo tiempo que protejan los intereses nacionales y de seguridad más vitales de Israel", dijo la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu en un comunicado.

Mientras tanto, Israel sigue adelante con sus planes de construcción en territorios ocupados. El jueves pasado, el Ministerio del Interior autorizó la construcción de otras 625 viviendas en Pisgat Zeev, uno de los grandes asentamientos judíos en Jerusalén Este, donde viven más de 40.000 personas.

El gobierno de Abbas pide a Israel que, antes de seguir adelante con las negociaciones de paz, paralice su política de colonización tanto en Cisjordania como en Jerusalén Este. Israel se comprometió en noviembre de 2009 a una moratoria de las construcciones de diez meses, de la que estaba excluida la parte oriental de Jerusalén.