"El FMI prevé que Brasil será la quinta economía en 2015, pero yo creo que ello ocurrirá antes", estimó el funcionario, quien fundamentó su augurio en el actual crecimiento del producto interno bruto de su país, que crece a un ritmo equivalente al doble del registrado en los países europeos, sumidos en una profunda crisis. En este contexto "es inexorable que nosotros superemos a Francia y en el futuro, quien sabe, a Alemania, si no logra un mejor desempeño", enfatizó el ministro, al reiterar su pronóstico de que la expansión del PIB brasileño volverá al nivel del 4,5 por ciento anual dentro de tres años, equivalente al promedio registrado entre 2003 y 2010.

El informe del Centro de Investigaciones y Negocios (CEBR) indicó que el principal socio del Mercosur quedó detrás de Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Francia, y sostuvo que ello se debe a un ascenso permanente de su economía por efecto de la producción de materias privas vitales como alimentos y energía. No obstante su propia alegría y los elogios ajenos, Mantega reconoció que Brasil está lejos de alcanzar el nivel de renta per cápita de los países más ricos, lo que, según sus cálculos, tardará entre diez y 20 años. "Pero ya estamos mejorando bastante."