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filósofa punk

Esther Díaz describe el arte de la cosa política buscando paralelos en la física

Tenemos que hablar de política cuántica

La explicación newtoniana de la física -choque de fuerzas, acción y reacción- que durante tanto tiempo sirvió para narrar la política ya no sirve. Más bien, dice la filósofa punk, habrá que abrevar en la física cuántica, la misma que dio origen a la bomba atómica, para lidiar con el caos actual, con la incertidumbre sobre el futuro y también sobre las reacciones de votantes y dirigentes. 

Esther Díaz
Esther Díaz arranca con Nietzsche para reflexionar sobre el egocentrismo desorbitado de esta época

El drama político del extremo egocentrismo

Volver a leer a Nietzsche para darse cuenta del ínfimo tamaño que tiene cada persona, incluso la humanidad, en la eterna danza del universo. O poner en perspectiva de que se trata la Polis antes de meterse en política para seguir lustrando el ego. Esas son algunas propuestas y reflexiones de nuestra filósofa punk frente a una época donde el yo es una mercancia.

Esther Díaz
Esther Díaz oteando el horizonte de lo que va a pasar (pero no se ve porque aun no sucede).

El desaforado aumento de la ansiedad

¿Es deseo o angustia? ¿Miedo a lo que vendrá o un loco anhelo de vencer al tiempo? ¿Por qué los ansiolíticos son de los medicamentos cuyas ventas aumentan en todo el mundo? ¿Es propio de este tiempo de pantallas y respuestas inmediatas? La filósofa punk nos instruye de qué se trata esa inestabilidad emocional al que todo el mundo le pone nombre ya ¿para que haya al menos certeza sobre lo que sentimos?

Esther Díaz
Aunque pareciera que ya no existen, las tribus urbanas y virtuales vuelven a reunirse una y otra vez.

La reinvención de las tribus urbanas

Hay quienes suponen que la categoría de tribu urbana se ha disuelto junto el auge cada vez más veloz de la vida digital, sin embargo la búsqueda de pertenencia, de goces efímeros pero compartidos y de identificaciones que traspasen la virtualidad les asegura nuevas derivas, nombres, identificaciones. La filósofa punk nos lleva de paseo por estas formas de comunidad que habitan incluso más allá de las ciudades.

Esther Díaz
Esther Díaz en busca de representaciones de la vulva que parecen tan ocultas como la vulva misma.

¿Y dónde están las vulvas?

En las paredes, en los monumentos, en la contratapa de los cuadernos, en los pizarrones y las puertas de los baños; los penes tienen quienes los dibujen y nadie dudaría de cómo hacerlo. Pero las vulvas, bueno, ahí todo empieza a fallar. 

Esther Díaz

Entre la hipocresía y el cinismo

Son dos gotas de hiel, dos navajas lastimando el cuerpo social, pero a las que líderes de derecha, jueces y medios hegemónicos les echan mano con jibarismo perverso. Sin embargo, ofrecen un punto para reformular la resistencia, porque, como dice la filósofa punk, en esta época de utopías extinguidas, si el opresor cambia las tácticas hay que repensar las estrategias.

Esther Díaz
El juego, esa acción libre que produce tensión y alegría, así como desengaños.

Jugar hasta que se acabe el mundo

En el juego convergen el pasado, el futuro y el fragor del presente formando un bello y -a veces- terrible dibujo imaginario. En la cancha o en la cama, en el piso con cualquier objeto, en la pista de baile, entre la arena o el barro; jugar es un trabajo de niñes, una fantasía de todes. Un paraíso posible y efímero que también trae desengaños, pero como sabemos, los importante es jugar.

Esther Díaz
Esther Díaz analizando si un triunfo de la selección podría ser un regalo de alegría para corazones castigados.

¡Dale alegría a nuestros corazones, Mundial!

¿Existe algo así como un regalo que podría traer la selección si ganara los partidos que siguen? Sí y no, dice la filósofa punk. Porque aun cuando de lo que se trata es de habilidad, esfuerzo y buen juego; el azar también mete la cola. Y por eso la alegría es un regalo. Aunque queda la pregunta ¿hay algo que de verdad se puede dar sin recibir ni esperar intercambio alguno?

Esther Díaz
Esther Díaz mirando hacia arriba, ahí donde nos seduce la admiración.

La admiración como un estímulo para el saber y el hacer

La inspiración no cae de los árboles, más bien se la busca entre las cosas que se muestran admirables, entre las personas que nos deslumbran con su hacer o su pensamiento. Surge del intercambio con otres y mueve el deseo de saber, de aprender, de ponerse a la altura de quien miramos con ojos arrobados. Déjenla venir, que seremos mejores.

Esther Díaz

Inventar para sobrevivir: mujeres que rompieron el mandato

Los límites del mundo propio son los límites del lenguaje, entonces animarse a correr esas fronteras, inventará nuevos modos de ser y estar en el mundo, que surfea una ola demasiado alta para seguir como si nada. Cada crisis mundial y vital trae consigo una posibilidad de abrirse a nuevas experiencias, y vaya que las mujeres han tenido que estar atentas a esa sintonía fina para expresarse. 

Esther Díaz