24 horas después que estallara el caso del uruguayo Carlos Sánchez, cuya mala inclusión en el Santos de Brasil frente a Independiente podría valerle un 3 a 0 en contra en la Conmebol, el fútbol sudamericano afronta otro caso: el de Bruno Zuculini. El jugador de River disputó los seis primeros partidos de la Copa Libertadores, en la fase de grupos, y luego la ida de octavos de final contra Racing sin haber cumplido una suspensión previa.

El jugador había sido expulsado en un partido de Racing contra Lanús en la Copa Sudamericana de 2013 y recibió cuatro partidos de sanción. La amnistía de la Conmebol de 2016 redujo la pena a la mitad. Zuculini nunca cumplió la sanción, que debió haberse efectivizado en los dos primeros partidos de River en su grupo, ante Independiente Santa Fe de Colombia y Flamengo. Jugó esos encuentros y tiene asistencia perfecta en el máximo torneo continental.

Ni la Conmebol ni los clubes afectados se dieron cuenta. De hecho, un club puede presentar un recurso de queja dentro de las 24 horas posteriores a un partido, caso contrario, sólo la Conmebol puede actuar de oficio, como acaba de hacer en el caso Sánchez. Es lo que podría pasar en la serie de River con Racing, dado que el club de Avellaneda no se dio cuenta tampoco de la irregularidad  y por ende no puede denunciar la mala inclusión que tampoco denunciaron colombianos y brasileños.

Ahora, River consultará a la Conmebol para saber si puede contar con Zuculini en la revancha de la semana que viene. Si el órgano del fútbol sudamericano decide intervenir, River podría exponerse a jugar la revancha con un 3 a 0 en contra. En las próximas horas se fallará sobre el caso de Sánchez, y se presume con Independiente iría a Brasil con una ventaja casi decisiva.