“Este tema es interesante porque da cuenta de dos disputas, una cultural y otra política, que se están desarrollando”, analizó Mercedes Calzado, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Instituto Gino Germani.

–¿Cuál sería la disputa cultural?

–Que esté en las noticias hoy una mujer, joven, fumando un porro y que eso esté mal, aunque sea en su vida privada. Con el agravante de que no fue ella la que lo difundió, sino que fue algo que le robaron. Refuerza el estereotipo del rol de la mujer, de los lugares en los que se encierra a una mujer.

–¿Por qué refuerza ese estereotipo?

–Porque se pone el foco en el lugar de la familia, del orden. Un hecho de la vida íntima se convierte en un hecho público, aunque no tenga nada que ver con su trabajo. 

–Hay una mezcla entre lo público y lo privado.

–Se pone el foco en lo que significa el lugar de la mujer, en qué significa el lugar público que ocupa una mujer. Incluso en su vida íntima debe seguir haciendo prevalecer los valores de la familia y el orden moral. El mismo hecho, para un hombre, sería tomado como algo que hizo una vez y que no repetirá. 

–¿Y la disputa política?

–El aspecto político es que se está mediatizando un acto privado, irrelevante en términos políticos, para opacar los verdaderos escándalos: la interminable corrida cambiaria, la crisis económica y política, los reclamos de los docentes universitarios y de la educación en su conjunto, justo en un día en que se plantea un paro general, la marcha universitaria, la devaluación escandalosa.

–Lo político está dado por el uso que se hace de ese acto privado.

–Claro, se visibiliza la vida privada como escándalo para opacar los verdaderos escándalos de lo que concierne a lo común, de lo que implica a todos los ciudadanos, como la campaña de aportantes  truchos en la provincia de Buenos Aires y esta crisis interminable.