El presidente Mauricio Macri viajará esta noche a Nueva York, donde hablará el martes en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, no será el objetivo principal del viaje que, más que los discursos sobre política exterior, buscará transmitir tranquilidad en Wall Street. Con la idea fuerza de que “lo peor ya pasó” dará entrevistas a medios financieros y se reunirá con inversores y empresarios. 

Macri no tenía ganas de participar de la Asamblea General. Concurrió a Nueva York en 2016, en su primer año de mandato, y la experiencia evidentemente no fue buena. Tuvo, por ejemplo, aquel recordado blooper luego de cruzarse con la primer ministra británica, Theresa May, y asegurar que se reunirían para conversar sobre la soberanía de las islas Malvinas. El Reino Unido no acepta dialogar sobre este punto desde el fin de la guerra de 1982 –pese al insistente reclamo argentino en todos los foros internacionales– y sacó un comunicado desmintiéndolo. Al otro año, en 2017, Macri se excusó por la campaña electoral y mandó en su lugar a la vicepresidenta Gabriela Michetti. 

En 2018, también pensaba esquivar la convocatoria pero la mala impresión que se llevó el ex vicejefe de Gabinete Mario Quintana cuando estuvo hablando con inversores unos meses atrás, le hizo cambiar de idea y lo convenció de la necesidad de viajar para hablar con los grandes jugadores del mercado financiero cara a cara. 

Macri llegará mañana temprano a Nueva York y se alojará en el lujoso hotel The Langham, en la Quinta Avenida. El domingo lo dedicará a descansar y tiene planeado mirar desde allí el superclásico entre Boca y River. El Presidente arrancará su agenda de actividad oficiales el lunes con un desayuno en el diario Financial Times, para luego dar una segunda entrevista a la agencia Bloomberg, también especializada en temas económicos. Al mediodía almorzará con empresarios e inversores, aunque todavía no había información oficial acerca de quiénes serían esos hombres de negocios. Seguro los CEO de los fondos de inversión Black Rock y Templeton, dos de los más cercanos al gobierno de Cambiemos.

Más tarde, a las 14.30, Macri cumplirá el ritual –todos los presidentes lo hacen– de hablar con empresarios miembros del Consejo de las Américas y de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (Amcham). Luego está previsto una reunión de trabajo con su equipo, como para hacer una evaluación. Las entrevistas con los medios financieros, los inversores y los empresarios norteamericanos será la gran apuesta del viaje, detrás de la idea de mostrarle al mundo financiero que con el nuevo acuerdo con el FMI y la aprobación del Presupuesto, el Gobierno podrá tomar las riendas de la situación luego de la crisis de los últimos meses.   

A las 19, Macri asistirá a la tradicional cena de recepción que organiza el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para los mandatarios que asisten al debate de la ONU: se espera que allí mantenga un diálogo informal con el jefe de la Casa Blanca, así como también con otros jefes de Estado. Será la ocasión de la photo opportunity de Macri conversando con los grandes líderes mundiales. El movido lunes cerrará su agenda con la participación en un evento de la fundación Atlantic Council para recibir un premio en el Global Citizen Awards, en el que también será premiada la primera ministra de Noruega, Erna Solberg.

En tanto, el martes, mientras en la Argentina transcurra el paro general de la CGT, Macri se trasladará hasta el edificio de las Naciones Unidas. Al mediodía concurrirá al almuerzo que ofrecerá el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y en algún momento entre las 16 y las 17.30 ofrecerá su discurso ante la Asamblea General. Algunos ítems son infaltables: críticas al gobierno de Venezuela y la defensa del multilateralismo, por ejemplo.

No hay bilaterales confirmadas. El canciller Jorge Faurie contó que buscaban un encuentro grupal con los presidentes del Mercosur. También es muy probable que se reúna con los nuevos presidentes de España, Pedro Sánchez, y de Cuba, Miguel Díaz-Canel. En cambio, cruzaría sólo algunas palabras con la alemana Angela Merkel, el canadiense Justin Trudeau y el francés Emmanuel Macron. Macri preside el G-20 y buscará la confirmación de la presencia de todos ellos para la cumbre en Buenos Aires de fines de noviembre.   

Si todo sale bien, además, durante su estadía en Nueva Yok se reunirá con la titular del FMI, Christine Lagarde, para anunciar el acuerdo junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Después quedaba por confirmar un último encuentro con empresarios y con los enviados argentinos al viaje, antes de emprender la vuelta.