El Gobierno nacional no solamente espío a la familia de Santiago Maldonado, organismos de Derechos Humanos y personas “vinculadas a la causa mapuche” a través del Centro de Reunión de Información (CRI) de Gendarmería, sino que la inteligencia ilegal incluyó un trabajo conjunto con Carabineros de Chile. El joven anarquista fue considerado “un blanco” por ambas fuerzas, es decir un objetivo como posible miembro de la RAM. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, envió al comandante mayor Jorge Domínguez, director de Inteligencia Criminal y al comandante Rafael Antonio Benz, jefe del Centro de Análisis de Inteligencia, ambos de GNA, a Esquel y Temuco –corazón de la Araucanía– para llevar adelante las tareas de espionaje. 

Este lunes declararon ante el juez Daniel Rafecas, Matías Aufieri y Alejandrina Barry, ambos del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeproDH), en la causa en la que se investiga la información que circuló entre agentes del CRI y Fabián Méndez, por entonces jefe del Escuadrón 35 (El Bolsón), referida al seguimiento de los representantes de la APDH y otros organismos de Derechos Humanos, a la propia familia de Santiago Maldonado y temas vinculados a Jones Huala. Ante el juez, Barry mencionó situaciones de seguimiento vividas por Nora Cortiñas y ella en Bariloche. El próximo 7 de mayo declarará Sergio Maldonado.

“La persecución y espionaje vinculado a la desaparición de Maldonado no fue un hecho aislado sino que formó parte de una política de Estado, donde ahora se conocen hechos de inteligencia coordinados con Carabineros”, sostuvo Aufieri en diálogo con PáginaI12. 

GNA - Carabineros

Los agentes del CRI viajaron a Esquel el mismo 1 de agosto, a las pocas horas de la desaparición de Santiago Maldonado, luego de una represión (ilegal) por parte de la Gendarmería. Méndez recibió varios mensajes de los agentes del CRI, que ahora son materia de investigación. Sin embargo, no fueron los únicos que intervinieron. La ministra Bullrich envió a Esquel y Temuco a Domínguez y Benz para producir información de inteligencia desde el territorio, que intercambiaban constantemente con el jefe de inteligencia de Carabineros, Patricio Marín Lazo. 

El vínculo entre la GNA y Carabineros quedó al descubierto y documentado en el marco de una causa judicial que tramita actualmente en Temuco (Chile) donde se investiga el rol de varios Carabineros en el montaje de pruebas contra comuneros mapuches en lo que se conoció como “Operación Huracán”. Por esta causa está preso el principal interlocutor de los funcionarios de la GNA, Marín Lazo.

Los mensajes de chat entre las áreas de inteligencia de GNA y Carabineros ocupan miles de páginas, sumado a todos los documentos que fueron enviándose entre ellos como por ejemplo “minutas sobre el caso Maldonado”, listas de “argentinos vinculados a la causa mapuche”, datos migratorios de argentinos, chilenos y otras nacionalidades, las fotos del cuerpo de Santiago Maldonado, informes sobre la “RAM” con los antecedentes de la represión de enero de 2017 y otro  titulado “Huala-Maldonado”. Pero lo más significativo y grave que surge de ese intercambio es la coordinación entre ambas fuerzas para obtener información sensible y posiblemente ilegal solicitada directamente por Bullrich. 

El Gobierno nacional nunca investigó a la Gendarmería por la represión (ilegal) que terminó en la desaparición y muerte de Maldonado. Pero sí montó un esquema de espionaje desde la misma fuerza investigada –por fuera de todo control judicial- para vincularlo con la RAM. Es decir no solo hubo una pata local del posible espionaje con la presencia del CRI, causa que tramita en el juzgado de Rafecas, sino que también ahora se conoce una trama de coordinación internacional a partir de la información a la que accedió PáginaI12 y analizada en conjunto con Agencia Cadena del Sur y periodistas chilenos de El Desconcierto. 

Las pruebas

El 12 de agosto de 2017, Domínguez le informó al jefe de la inteligencia de Carabineros, Marín Lazo, que había llegado a Esquel “por el tema de la desaparición”. Ese mismo día, le envió por WhatsApp los datos del testigo Nicasio Luna Arratia y la página de Facebook de Germán Maldonado.

Domínguez: –Es muy importante saber dónde registró el teléfono.

Marín Lazo: –Vale, si dentro del registro igual le figura algún correo electrónico sería de gran ayuda para lo que Ud necesita, igual podemos levantar con eso varios datos relevantes.

Al día siguiente, Carabineros preparó un informe secreto con datos sensibles sobre Santiago y Germán. “Esa georreferencia dio teléfono chileno en Argentina”, le avisaba Marín Lazo a Domínguez.

En el material del 13 de agosto, Carabineros incluyó una imagen satelital de la Pu Lof con la georreferencia de dicho teléfono con los datos aportados u obtenidos, supuestamente, de la empresa WOM. Por entonces, Bullrich insistía que no tenían pruebas suficientes para confirmar la presencia de Santiago dentro del territorio. Pero la ministra mintió: para el 4 de agosto ya había sido incorporada dentro del expediente la última foto con vida de Maldonado, tomada por la GNA a las 11:32 del 1 de agosto; y para el 13 del mismo mes, Carabineros confirmaba que su celular había sido captado dentro del territorio mapuche. 

Marín Lazo: “Mi cdte hola cómo está se autorizó el tema nuestro así que en cualquier momento empieza a reportar el cel de Maldonado imei y todo”.

Este último mensaje corresponde al 25 de agosto y fue enviado por Marín Lazo al comandante Benz, jefe del Centro de Análisis de Inteligencia de GNA. ¿Intervinieron el teléfono de Santiago y Germán Maldonado desde Chile? ¿De qué manera? ¿Autorizados por quién? 

“Lo que observamos con esta operación llevada a cabo en Argentina y Chile, y lo hemos visto con la detención de Jones Huala, es que existe una coordinación entre las fuerzas con consecuencias graves. No tenemos como controlar la inteligencia que se desarrolla entre ambos Estados”, afirmó la abogada chilena Karina Riquelme, querellante en la causa contra los Carabineros. 

“La ministra está preguntando”

Marín Lazo: “Hola amigo, bien la Corte hoy. Nos entregó la resolución de tráfico. Hoy en la tarde se la mando a la compañía”.

Para el 14 de septiembre, la intervención de los teléfonos estaba en marcha. Al día siguiente, Benz vuelve a comunicarse con su par de Carabineros: “Buen día amigo. ¿Será posible que me envíes el número de expediente u oficio judicial por el cual se solicita ante la empresa de telefonía los datos del celular que habría usado Maldonado?”

Probablemente, Carabineros haya utilizado la causa judicial conocida como “Operación Andes” instruida por el fiscal chileno Sergio Moya, quien intentó vincular un supuesto tráfico de armas entre Argentina y Chile; esta operación está bajo investigación penal porque se descubrió que Carabineros también había fraguado pruebas al “implantar” mensajes con el software denominado “Antorcha”.  

–“Hola Patricio. Hablé con mi jefe y le expliqué la situación de que es muy delicado q ustedes nos pasen los datos aportados por la empresa con la referencia de expediente u oficio de la corte. Q solamente pasarán una hoja con datos del celular sin q se registre el pedido formal. En Si, lo único importante son los datos del titular y cruces telefónicos y mensajes como información netamente de inteligencia”.

Benz le hizo esta aclaración a Marín Lazo el 15 de septiembre. Por “lo sensible” del tema, el Ministerio de Seguridad lo autorizó a viajar a Temuco para recoger la información personalmente. “Buen día amigo. Cómo estás? Es posible q mañana salga para allá. Para hacer todo el trabajo sin que me mandes nada. Para no complicar las cosas”, escribió Benz. 

Una vez en Temuco, quien parecía nerviosa era la ministra Bullrich. “Tenemos alguna novedad de la compañía? Tengo órdenes de quedarme hasta q tenga el listado”, le avisaba Benz al ahora detenido Marín Lazo. El jefe del Centro de Análisis de Inteligencia de GNA cambió sus pasajes a la espera de esa información. 

“Hola amigo. Tenés alguna novedad de la telefónica. Me están presionando mucho. Gracias”, escribió el 25 de septiembre desde Temuco. Por su parte, Carabineros enviaba sus agentes a la empresa en cuestión para apurar las cosas. “Buen día amigo. Me están preguntando de Buenos Aires si ya contestó la compañía. En estos momentos está reunida la Ministra con el Director General de Gendarmería. Y está preguntando el tema por eso te molesto amigo”, insistía el 29 de septiembre. Ese mismo día, en Buenos Aires, Bullrich mantuvo una reunión con el subsecretario de Interior de Chile, Mahmud Aleuy.

En una “minuta informativa” elaborada por Carabineros y enviada a sus interlocutores de la GNA se mencionaron las tareas de coordinación entre ambas fuerzas: “Intercambio de blancos de investigaciones en común vinculados al conflicto mapuche y subversivo”, “intercambio de sujetos con órdenes pendientes en ambos países, relativos al conflicto mapuche y subversivo”, y un intercambio permanente de “cooperación y asesoría sobre la violencia rural, conflicto mapuche y subversivo”. El documento, rotulado como secreto, fue elaborado el 14 de agosto de 2017, previo a la llegada del comandante mayor Jorge Domínguez a Temuco. 

“Se puede observar el vínculo estrecho entre la Gendarmería y Carabineros en la producción de inteligencia que está prohibida por nuestra ley. Esto da la pauta de cuál es el contenido que le otorga ‘legitimidad’ al Gobierno nacional para expandir su inteligencia a organizaciones sociales o comunidades mapuche. Es una práctica que desencadena en una violación de derechos de las comunidades que son consideradas subversivas”, concluyó Paula Litvachky, directora del área de Justicia y Seguridad del CELS. 

@spremici