Dos personas fueron detenidas ayer tras el allanamiento a un consultorio médico en el que se denunció la práctica de abortos clandestinos, en pleno centro de Rosario. La investigación comenzó hace un mes y medio, tras un aviso anónimo por sospechas acerca de lo que sucedía puertas adentro de una vivienda de Mitre al 1200. En el lugar, había una pareja que no quedó involucrada en la causa. Un médico obstetra de 83 años, y una mujer de 59 son los arrestados que hoy llegarán a audiencia imputativa.

La investigación comenzó hace un mes y medio, a partir de un aviso anónimo. Tras ello, el fiscal Aníbal Vescovo ordenó tareas de inteligencia e intervenciones telefónicas, de las que incluso surgieron algunas cifras con respecto al costo del procedimiento que está penado por la ley, pero el fiscal prefirió tenerlo confirmado antes de dar la información. "Hay algunos números, pero la misma mujer detenida se encargaba de rebajar el precio de la intervención", aseguró.

Las escuchas telefónicas se hicieron tanto en forma diferida, como en directo -en el mismo momento de las comunicaciones-, lo que es poco habitual. "Las comunicaciones se hacían para solicitar turnos para ir a atenderse", contó el investigador. "Algunas se frustraban. Anteayer (por el miércoles) se dieron un par de llamadas donde se concertaron visitas y se pidió el allanamiento".

El procedimiento fue ordenado por el juez penal de primera instancia, José Luis Suárez, y se realizó el jueves por la tarde, donde fueron arrestados B. G., de 59 años, y de S. M., de 83, de origen peruano, quien dijo ser médico tocoginecólogo jubilado.

Según dijo Vescovo, fueron las escuchas telefónicas las que permitieron echar luz sobre la investigación. El funcionario judicial aclaró que el lugar funcionaba como un consultorio médico, incluso con cartel en el ingreso, desde hacía tiempo, en la puerta de una vivienda antigua. Si bien no se pudo determinar desde cuándo se hacían las prácticas clandestinas, sí se pudo advertir de las escuchas que llevan tiempo.

"Existen constancias de que (el médico) se dedicaría a la obstetricia pero ya debería estar jubilado, por lo menos tiene actividad en una obra social", dijo el fiscal. En relación a la mujer apresada, aclaró: "No es médica, ella lo manifestó así en un momento; pero se presentaba así aparentemente". Incluso, se encontró un sello con su nombre, pero eso será otro delito a achacar.

El lugar allanado también era domicilio del médico: "Las condiciones no eran buenas. Se notaba descuido a la mantención de elementos, falta de resguardo sanitario. Era un espacio muy antiguo, con poco cuidado", advirtió Vescovo.

"Por ahora no podemos saber si ocurría en todas las oportunidades que se requería el auxilio, pero había comunicaciones en las que se daba cuenta del lugar, de los requisitos y retribuciones. Vamos a hacer una recopilación para ver si todas las llamadas se referían al mismo tema", precisó.

En tanto, se incautaron elementos que se utilizaban para esa práctica y documentación. "La verdad es que no había condiciones para practicar ninguna intervención médica en ese lugar", enfatizó Vescovo. También, secuestraron tres teléfonos celulares, anotaciones, un sello con un número de matrícula y la palabra médica junto al nombre de la detenida, 14 prendas de uso médico, elementos de uso quirúrgico, una camilla de uso ginecológico y otros elementos de interés.

Sobre la imputación, Vescovo dijo: "El delito es aborto, que se agrava si son médicos o enfermeros". Y adelantó que "la pena en caso de ser consentido es de 1 a 4 años".