El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, José Serra, presentó su renuncia en una carta enviada al presidente Michel Temer, alegando “problemas de salud” –que no especificó–, que le “impiden mantener el ritmo de viajes internacionales inherentes a su función de canciller”. Serra, de 74 años, es un hombre clave en el gabinete y la coalición política que sustenta al gobierno que asumió tras la destitución de Dilma Rousseff. El canciller ha sido criticado “por ofrecerle todo al gobierno de Trump a cambio de nada”, según las palabras del intelectual y diplomático Samuel Pinheiro Guimaraes, entre otras voces.