Se suele definir la política como el arte de lo posible, pero bien podría también pensarse como el campo de lo inesperado. Cuando el 25 de noviembre de 2015 la entonces presidenta en ejercicio, Cristina Fernández de Kirchner, recibió al entonces presidente electo Mauricio Macri en Olivos, ninguno de los más siete mil millones de habitantes que tiene este planeta hubiese podido vaticinar que menos de cuatro años después, el presidente en ejercicio, Mauricio Macri, iba a recibir en la Casa Rosada al presidente electo, Alberto Fernández, secundado en la fórmula vencedora por la senadora y vicepresidenta electa a la que el líder de Juntos por el Cambio sucedió en el gobierno.

Pero ayer ocurrió el encuentro, que duró unos cincuenta minutos. “Fue una buena charla, cordial. Hoy están ambos pensando en la transición, en hacer lo mejor para el país y armar un equipo para la etapa que se viene. Quedó abierta una línea directa entre Mauricio y Alberto”, dijo a este diario una fuente que conoce el detalle de lo que sucedió ayer en Balcarce 50. Un buen balance para la primera jornada post electoral en la que muchos temían por la reacción de Macri después de la derrota en la PASO.

 

 

Si el domingo en el Frente de Todos había temor por la reacción de Macri respecto de la derrota, empezó a disiparse esa noche con el llamado en el que el presidente la reconoció e invitó a desayunar a Fernández. “Fue un buen encuentro y queremos bajar la espuma para que los argentinos puedan transitar esta etapa de la mejor manera posible”, dijo a Página/12 un integrante del equipo de Fernández que trabajó duramente toda la campaña y es consciente de que esto recién empieza: el domingo hubo festejo, pero fue breve porque ya sabían que ayer a la mañana había desayuno en Casa Rosada con el presidente. En realidad, como el encuentro se postergó, ambos ya habían comido algo y sólo tomaron café. 

 

 

Presidente y presidente electo entendieron que tenían que dejar atrás el enojo que arrastraban desde la PASO y que llegó a su pináculo en el segundo debate presidencial, en la Facultad de Derecho. Fernández le propuso a Macri “dejar atrás el pasado” para pensar en la transición, y le informó que Santiago Cafiero iba a estar a cargo del equipo de transición que el FdT armó para reunirse con el equipo designado por Macri para encarar la etapa que se abre hasta que el 10 de diciembre, cuando asuma el presidente electo. Fernández le habló a Macri sobre su preocupación sobre la disminución en las reservas del Banco Central y quedaron en mantener una línea abierta de diálogo permanente de acá al cambio de gobierno. Ambos estaban de buen humor, lo que colaboró para que hubiera foto y conformidad por el encuentro en ambos equipos.

El presidente electo no entraba a un lugar que le fuera ajeno: como jefe de gabinete de Néstor Kirchner lo habitó diariamente varios años y en la primera imagen de su llegada a la Casa Rosada, donde eligió como acompañante a su vocero Juan Pablo Biondi, se lo ve saludando afectuosamente al fotógrafo presidencial Víctor Bugge, que desde 1983 se encarga de inmortalizar las diferentes escenas de los primeros mandatarios.

A las 19:19 horas, Fernández tuiteó lo siguiente sobre el encuentro: “Esta mañana nos reunimos con el presidente @mauriciomacri en Casa de Gobierno y nos comprometimos a trabajar junto a nuestros equipos para garantizar una transición ordenada que no dañe más a los argentinos y las argentinas. Le agradezco genuinamente su predisposición”. 

Por su parte, el presidente saliente fue el primero en usar la red social del pajarito para dar cuenta del encuentro: a las 16:40 escribió: “Esta mañana recibí en la Casa Rosada al presidente electo, Alberto Fernández. Mi equipo y yo estamos a disposición para trabajar juntos lograr una transición democrática que beneficie a todos los argentinos”.

 

 

No fue el único tuit del presidente electo: Fernández también dedicó parte del día a agradecer las felicitaciones de diferentes presidentes y personalidades destacadas del mundo. Le respondió a la nueva directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, al presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, a Mario Abdo , presidente de Paraguay, al Gobierno de México y a su presidente Andrés Manuel López Obrador, al reelecto presidente de Bolivia, Evo Morales y al presidente de Chile, Sebastián Piñera, entre otros.

El presidente electo estuvo todo el día trabajando, pero sus actividades no tuvieron trascendencia pública. El único evento en el que se dejó ver fue su reunión con Mauricio Macri. El día de uno de la transición fue exitoso. El tiempo dirá cómo sigue el vínculo hasta el diez de diciembre. “Por ahora y por suerte está todo tranquilo”, dijo a este diario un hombre que trabaja cerca del presdiente electo.