El gobierno porteño anunció este martes que no apelará el fallo del juez Lisandro Fastman, quien declaró inconstitucional la resolución que limitaba la circulación por la vía pública de los mayores de 70 años durante la cuarentena por covid-19. "No vamos a apelar la decisión judicial pero vamos a continuar con la medida, que no es punitoria ni obligatoria", sostuvo Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de la ciudad, en referencia a la imposición establecida sobre los mayores de 70 años de comunicarse con la línea 147 para dar aviso de la salida de sus domicilios. 

En el texto del fallo del Juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario Lisandro Fastman se puede leer que "la imposición a todo adulto mayor de 70 años de la necesidad de comunicarse al número 147, previamente a hacer uso de la posibilidad de realizar desplazamientos mínimos e indispensables, resulta una exigencia más gravosa para ese colectivo de personas que para el resto de la población" y que "la medida importa una discriminación en razón de la edad, que vulnera los derechos y las garantías del grupo etario al cual se encuentra destinada". 

En esto coincidió Alejandro Burlando Páez, coordinador general del Programa Gerontológico de Salud, dependiente de la cartera sanitaria porteña, quien en diálogo con Página|12 aseguró que "la resolucIón atenta contra el derecho de las personas mayores al mismo tiempo que promueve los prejuicios contra esa población al fomentar ciertas representaciones sociales establecidas, como las de suponer que un adulto mayor no puede estar solo en la calle o que no se sabe cuidar" y añadió que "la medida judicial me parece correcta, demuestra que el trabajo gerontológico de los últimos años no fue en vano. Desde diversos sectores de la sociedad hubo reacciones y voces que se alzaron, tanto en ámbitos académicos y científicos como en otros. Dentro del campo gerontológico hubo casi unanimidad en contra de la resolución". 

La Resolución N°16/20, publicada el lunes en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires, estableció que los adultos mayores de 70 años deben dar aviso a la línea 147 antes de salir de sus domicilios. Ya en los primeros días de la semana pasada había trascendido que el gobierno porteño tomaría una medida de este tipo, aunque se esperaba que fuera aún más punitiva y prohibiera directamente la salida de los domicilios, con castigos económicos o hasta de trabajo comunitario. Sin embargo, luego de despertar diversas críticas y reclamos, el gobierno dio marcha atrás y se limitó a establecer el aviso, con vigencia de 48 horas, a la línea 147. 

Ahora, el juez Fastman dio lugar a la medida cautelar presentada por Silvano Lanzieri, adulto mayor y residente del Gran Buenos Aires, quien argumentó haber sentido afectados sus derechos para circular por la Ciudad de Buenos Aires. Fastman decidió declarar la inconstitucionalidad de los artículos dos y tres de la resolución, donde se establecía la necesidad de aviso y la vigencia de la autorización por 48 horas. Ante esto, Santilli confirmó que, si bien el gobierno de la ciudad no apelará el fallo del juez, va "a continuar con la medida, que no es punitoria ni obligatoria".

Según Santilli, el primer día de esta medida fue exitoso: "evitamos que salieran a la calle más de 12 mil adultos mayores de 70 que prefirieron usar nuestras herramientas para hacer compras y trámites; en total se comunicaron 33 mil personas y un 40 por ciento decidió utilizar nuestras herramientas, un 20 por ciento estaba exceptuado y el resto decidió salir igual", aseguró en declaraciones a radio La Red. 

En el mismo sentido se pronunció el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien indicó que, "más allá de lo que opine la Justicia", el Gobierno de la Ciudad va a sostener el sistema para evitar que mayores de 70 años salgan a la calle, aunque reconoció que hubo "una mala comunicación" de la medida: "No hemos comunicado inicialmente bien la medida, porque la gente lo tomó de manera diferente de lo que la medida contenía. Tenemos que hacer una autocrítica de cómo lo comunicamos", dijo y agregó que "hubo una mala interpretación de qué buscaba o qué pretendía la medida. El servicio fue muy bien tomado por la ciudadanía, incluso por los mayores de 70".

Para Burlando Páez, "el camino nunca puede ser la prohibición, hay que hacer educación, promoción de la salud, pensar la atención integral, con un abordaje que tenga en cuenta lo biológico, lo psicológico, lo cultural y lo técnico. Cuando uno plantea estas cuestiones tiene que pensar que se trata de situaciones complejas y, por lo tanto, requieren abordajes integrales".

Informe: Santiago Brunetto.