El continente americano explica el 70 por ciento de las nuevas muertes por coronavirus en el mundo. Los datos están actualizados a los primeros días de junio y fueron publicados en uno de los últimos relevamientos del Financial Times. El medio inglés presentó la información con un gráfico impactante: Estados Unidos y Brasil concentran casi la mitad de las víctimas.


El primero es un país impredecible. La semana pasada se registró la ola de reclamos contra el racismo y los abusos policiales más importante de las últimas décadas. Las imágenes de los saqueos en la Quinta Avenida de Nueva York recorrieron el mundo.

La ciudad neoyorkina –que representa el corazón del consumo y las finanzas globales- declaró el primer toque de queda en los últimos 77 años. Las vidrieras rotas de marcas icónicas como Microsoft y Apple hacen repensar la idea del orden en el denominado Primer Mundo y muestran una sociedad agobiada por las inequidades.

Esto no hizo tambalear a los mercados que viven un momento de euforia. El indicador bursátil S&P 500 acumula una ganancia del 43 por ciento desde el piso registrado a finales de marzo y los precios ya recuperaron los niveles de febrero (pre pandemia).

Estos datos resultan difíciles de explicar en un país con 40 millones de personas tramitando seguros de desempleo. Los inversores no obstante celebraron que el último dato de desocupación se mantuvo por debajo del 15 por ciento. Algunas estimaciones alertaban que el nivel de paro iba a trepar por encima del 20 por ciento a mediados de este año.

La estrategia de megaexpansión monetaria de la Reserva Federal dio resultados por ahora para evitar un colapso en el mercado de acciones. Pero pocos economistas tienen claro cuáles serán los mecanismos para reabsorber a los millones de desocupados.

Los programas de salvataje de la FED no están libres de polémica. En los últimos días hubo una nota de la agencia Bloomberg que mostró la fuerte disputa de intereses entre los grandes fondos de inversión globales para capturar los recursos de la Reserva Federal.

El artículo indica que la recompra de activos del Estados Unidos beneficio principalmente a un grupo inversor: el gestor de fondos Blackrock. El nombre es conocido en la Argentina, puesto que es el fondo que lidera la negociación de la deuda del lado de los bonistas privados.

La situación en Brasil parece más desafiante. No tiene la espalda de la economía estadounidense y muestra un nivel de improvisación asombroso ante el avance de la crisis sanitaria. La falta de medidas de aislamiento social no alivió los problemas del mercado interno sino que, al contrario, parece haberlos potenciado.

El último informe de la consultora Latin Focus adelanta números críticos para la economía brasileña en 2020. El desempleo trepará a un pico de casi 14 por ciento y la demanda agregada (o sea el Producto Interno Bruto) caerá en torno del 5 por ciento.

Los niveles de deuda externa subirán del 18 al 24 por ciento del PIB y perderá casi 20 mil millones de dólares en reservas internacionales. Se estima además que el déficit fiscal cerrará en los dos dígitos (ubicándose en torno del 12 por ciento del PIB). El país ya venía acumulando dificultades en los últimos años con leves crecimiento de la actividad del 1 por ciento.

Las experiencias de Estados Unidos y Brasil suman nuevas pistas contra los analistas pro apertura de la cuarentena. Estos dos países explican 7 de cada 10 muertes por coronavirus en el continente (el más afectado por la crisis sanitaria en el mundo). Subestimaron la pandemia de entrada y ahora atraviesan una fuerte incertidumbre tanto social como económica.