En los primeros 15 minutos de show, antes de que entre la banda, Eric Mandarina está solo con su guitarra acústica. Usa la parte interna de su muñeca derecha para golpear la caja de la viola y que parezca un bombo. Con el pulgar de esa mano le da a las cuerdas graves, que suenan a tacho. Con la otra digita slaps, arma acordes y azota el mástil. Con la voz intercala sonidos percusivos, beatbox, y canta, recita, rapea una ensalada multiestéreo. Y el resultado de ese experimento es Error, su primer álbum.

El lavarropas, el tema siete, es una síntesis de lo suyo, y prueba que un tipo solo con su guitarra puede desmantelar todo lo que se espera de un tipo solo con su guitarra. Hay un riff que se repite slapeado de principio a fin, una letra tartamudeada o trabalengueada adrede, la voz como estallidos rítmicos, guturales y platilludos; y una historieta psicodélica sobre un camión cruzando la frontera de México, electrodomésticos o un estrangulamiento con una corbata beige, y el estribillo que a veces repite: “Vamo en Trineo, dale e guacho”. Así de pancho pasa por el funk, el hip hop, el reggae y el estilo que se proponga.

De rulos, andar desgarbado y camisas que elogian hasta los mozos de bar, cuenta que, antes de esto, era baterista. Desde el confort escénico del tipo escondido atrás de un bombo, le fascinaba observar el comportamiento del frontman. “Estar al frente es adrenalínico, como si hicieras acrobacia con muchas cosas”, explica. Sus shows tienen un componente teatral fuerte y a veces se presenta frente a un mesa donde despliega sus fetiches: viejos teléfonos y máquinas de escribir, televisores, lámparas. “Ves la acción de alguien escribiendo a máquina; todo tiene un sonido y lo podés ver, no hace falta pasar una pista.”

El título del disco refleja el caos semi organizado de sus canciones. “Me gusta pensar el error como un recurso, develarlo y repetirlo, para que se vuelva gracioso y musical”, dice. Eso queda claro en Poxy –“En el bosque no hay azúcar ni poxy…   ran, ran”–, que tira el sonido del error 404 de las computadoras. Este debut fue coproducido por Twitin Records, que se comprometió para sus siguientes dos discos. “Ya tengo compuestos seis temas nuevos, que entramos a grabar en junio”, avisa sin tartamudear.

* Viernes 28/4 en Niceto Club, Niceto Vega 5510. A las 21.