La Policía de Salta informó que efectivos de la Subcomisaría El Dorado del pueblo de Apolinario Saravia, en el departamento Anta, continúan la búsqueda de Amancio "Saco" Bartolo, que tendría en la actualidad 67 años y se encuentra desaparecido desde el 23 de agosto del año 2018. 

El hombre era un trabajador rural del departamento Ledesma, en la provincia de Jujuy, y migraba a Salta por temporada hasta la multinacional La Moraleja, donde trabajaba en la cosecha del limón. La última vez noticia que se tiene de él es en el hospital de Apolinario Saravia, donde estuvo internado porque tenía fiebre y tos, y desde entonces no se sabe más nada de él. 

Ahora personal de la Subcomisaría se comunicó con la familia para decirle que se retomaba su búsqueda. "De la subcomisaría El Dorado me llamaron para informar que continúan la búsqueda, el pasado viernes. Me dijeron que por orden del gobierno se reabrió el caso", contó a Salta/12 Yanina Bartolo, hija del desaparecido. 

La familila espera poder saber qué pasó con Bartolo. Yanina contó que se enteraron de la desaparIción cuando un capataz les llamó para preguntarles si Amancio había regresado a su casa y al contestarle que no había vuelto, éste les explicó que había desaparecido desde que estuvo en el hospital.

Las mujer recordó que luego viajaron con su hermano y con su madre a Apolinario Saravia, y también viajó un hermano de Amancio desde Buenos Aires hasta esa localidad para buscarlo. Aunque recorrieron las calles, negocios, comedores e instituciones del pueblo y los puestos cercanos, no tuvieron novedades del hombre. La primera vez que fueron radicaron la denuncia en la policía, pidieron explicaciones en el hospital, fueron hasta la empresa y también hablaron con el entonces auxiliar fiscal Sergio Dantur. Yanina recordó que llevó el DNI porque su padre lo dejaba en la casa por temor a perderlo, y se manejaba con un "pase" de la empresa. 

La mujer recordó que un enfermero que trabajaba en La Moraleja les dijo que había atendido a su padre y lo derivó al hospital local, donde quedó internado en observación. Ese día el enfermero también había derivado a otro trabajador que se sentía descompuesto pero a él le dieron el alta ese mismo día.

"El compañero me dijo que mi papá estaba bien, que quedó en observación porque tenía fiebre, que después le iban a dar el alta para que vuelva a La Moraleja", relató Yanina. 

Una incógnita 

Algo que le llamó la atención fue que en el hospital de Apolinario Saravia un trabajador, que sería un enfermero, les dijo primero que la médica que lo atendió, Natalia Maldonado, le había dado el alta, si embargo, Yanina alcanzó a leer en la copia de la historia clínica que pusieron "paciente fugado". Tanto en el hospital como en la Subcomisaría le negaron a la familia una copia de la historia clínica, no les permitieron leerla completa tampoco. Yanina explicó que llegó a leer parte de la copia que había remitido el hospital a la Subcomisaría en un descuido de los policías pero no alcanzó a ver el diagnóstico ni la medicación que le administraron. El compañero del padre le refirió que al parecer Amancio tenía principio de neumonía. 

El trabajador del hospital también les dijo que la última vez que lo vio estaba sentado conversando con un hombre y que estaba esperando a que lo fueran a buscar desde la empresa.

Yanina dijo que de Ledesma iba un grupo de trabajadores que tienen entre 38 y 45 años, su padre viajaba con ellos y era el único adulto mayor. "Desde el 96' trabajaba por temporada, iba y venía", precisó. Contó que los trabajadores le dijeron que no sabían que tuviera problemas con nadie ni con la empresa. Recordaron que dos días antes de la desaparición lo vieron que "estuvo tirado en la cama con fiebre y deliraba, no se podía levantar".

La hija recordó que Bartolo le había contado que meses antes se había golpeado la cabeza al caerse de la escalera en la cosecha de limón, también lo habían internado en el hospital de Apolinario Saravia. En un primer momento el hombre le había ocultado ese accidente, se lo contó después porque ella se enteró mediante un compañero suyo y le preguntó. No sabe si le hicieron una tomografía por aquel golpe.

Amancio le decía a su hija que se sentía "bien trabajando" pese a la edad. La familia le había tramitado la jubilación, que le salió dos meses luego de su desaparición y no alcanzó a cobrar. Yanina contó que en Ledesma, el padre vivía con su madre y el cuñado, cuando estaba en época de cosecha regresaba cada 15 días y Yanina lo solía acompañar a cobrar su salario. Por eso también descarta que su padre haya tenido dinero encima, indicó que cuando se iba llevaba un monto pequeño porque en la empresa le daban la comida, y también dormía allí en una habitación con otros trabajadores.

"Siempre me pregunto que pasó. Si él se hubiera escapado del hospital tenía que volver a La Moraleja porque dejó sus cosas ahí, su mochila, su ropa, su pase de La Moraleja, colchas y colchones", sostuvo la mujer. "Cuando desapareció fue un jueves, y el viernes tenía que volver a Ledesma", recordó. 

La familia fue cuatro veces a Apolinario Saravia, también fue a Embarcación, y dos veces a Pichanal, la segunda vez fue el año pasado cuando una mujer les envió la foto de un hombre parecido al que le habría dado comida. La hija encontró que el hombre tenía rasgos de su padre pero lo veía "hinchado", pero la policía les indicó que el hombre en cuestión había fallecido, y era un NN, sostuvo que esperaron por horas para que les dijeran si podían constatar si era o no su padre pero no les dieron más información. La familia también lo buscó en Orán, pero sin ningún resultado. Bartolo no tenía amistades ni familiares en ninguna de estas localidades. 

Amancio Bartolo mide 1,67 metros, es de tez morocha y contextura delgada. Por cualquier información útil para lograr su ubicación, comunicarse al Sistema de Emergencias 911 o a la dependencia policial más cercana.