Nuevamente, los trabajadores de la salud de hospitales de la Ciudad de Buenos Aires se movilizaron hasta la sede de la Jefatura de Gobierno porteña para reclamarle a Horacio Rodríguez Larreta un aumento salarial y el reconocimiento de la carrera de profesional de enfermeros y enfermeras.

Se trata de los mismos trabajadores esenciales que el año pasado fueron reprimidos por la Policía de la Ciudad, conducida entonces por Diego Santilli, en el marco de una protesta similar pero realizada durante el pico de la pandemia.

Esta vez, la protesta fue parte de un paro general de ATE en todos los organismos del Estado porteño. En el ámbito de salud se inició a la medianoche con un paro en todos los hospitales públicos dependientes de la ciudad, y prosiguió con una marcha hasta la sede del Ejecutivo de la ciudad administrada por Juntos por el Cambio.

"Desde que empezó la pandemia los estatales de la salud de CABA pusimos todo de nosotros para cuidar a los vecinos, a nuestros pacientes, pusimos el cuerpo para bancar el sistema sanitario, sostener las políticas públicas y garantizar derechos. Pero el Gobierno nos responde ignorándonos", dijo a Télam Héctor Ortiz, enfermero del Hospital Durand y coordinador de la Agrupación Hospitales porteños, de ATE.

Por eso, añadió, “hoy le estamos reiterando a Larreta que nosotros somos profesionales de la salud, no somos humanos descartables”, y que “a esta altura de la historia no puede haber trabajadores que no tengan sus derechos garantizados y que sea el propio Estado porteño el que incumpla con ello”.


La movilización fue multitudinaria y llegó con banderas y pancartas hasta la sede del gobierno porteño ubicada en Uspallata 3150, del barrio porteño de Parque Patricios. Los enfermeros y enfermeras reclaman su reconocimiento como profesionales de la salud y el aumento salarial que ello implica, tal como lo establece la ley 6035.

Sin embargo, “no nos reconocen el pago de un adicional por trabajar en las áreas críticas de los circuito cerrados, la insalubridad, la falta del pase a planta permanente de los contratados por la pandemia. Nos falta ropa de trabajo y los salarios son de miseria”, enumeró el sindicalista.

Por su parte, la secretaria general adjunta de la ATE-Capital, Agustina Panissa, exigió el reconocimiento a la carrera profesional. "Exigimos el pase a planta inmediato de los más de 20 mil trabajadores y trabajadoras contratados en modalidades precarias de contratación, trabajadores y trabajadoras con salarios de miseria sin los derechos laborales garantizados por el gobierno de Rodríguez Larreta", remarcó.