La reputación de Generación Zoe, un emprendimiento híbrido que combina el coaching ontólogico, las criptomonedas y el fútbol como horizonte de inversión, se desplomó en una marea de denuncias por presuntas estafas. Su CEO, Leonardo Cositorto, un pastor evangélico que predica el darwinismo social, pasó de fotografiarse con autos de colección o filmarse junto al avión privado de su compañía, a mandar mensajes desde la clandestinidad. Está prófugo con un pedido de captura internacional de Interpol vigente. El declive de su compañía se disparó cuando la fiscal Juliana Companys de Villa María, Córdoba, detuvo a diez personas -tres de ellas policías- en una investigación judicial que no es la única en curso. Las desmesuradas tasas de ganancias que aún ofrece esta empresa a sus potenciales clientes, la colocaron también bajo la lupa de la Comisión Nacional de Valores (CNV), la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) y la IGJ (Inspección General de Justicia). Otra vez el fútbol y el mundo que lo rodea, permite comprender mejor la lógica aventurera de ciertos personajes.

¿Por qué Cositorto se involucró en Deportivo Español, un club de la Primera C, la cuarta categoría de la AFA, en un proyecto a cuatro años? ¿Por qué lo hizo también en Chacarita donde su grupo se convirtió en sponsor a cambio de 6 millones de pesos? ¿Con qué objetivo fundó Deportivo Zoe, que compite en el torneo Federal B y hace de local en la cancha de Defensores Unidos de Zárate? ¿O Zoe Atletic Club, que iba a competir en la Liga Regional de Córdoba y ahora no podrá hacerlo e incluso sería desafiliado?

Tal vez quiera aleccionar a su feligresía virtual de que “la pobreza es un reflejo de los malos hábitos” como sostiene en el Instagram donde promociona su agenda de eventos.

Por eso promete devoluciones en oro a quienes lo sigan y compren la moneda Zoe Cash, la vedette financiera que tiene para ofrecer. Una bicoca que reformulada no dejó de promocionar ni siquiera prófugo.

Cositorto es un coach que se define a sí mismo como “un agente del cambio”. Invita a mirarse adentro y su grupo – que está instalado en 21 países – encontró en el fútbol su propio reactivo para ampliar audiencias. No hay otra razón aparente que explique esa relación asimétrica. La de una corporación que empezó en Medellín, Colombia y que contaba con 70 mil personas trabajando para ella, de las cuales algunas empezaron a ser detenidas por la fiscalía de Villa María.

Generación Zoe se distribuye en seis áreas diferentes de interés según su propia información: los servicios, la educación, las finanzas, las compras, la espiritualidad y los deportes. Su sede argentina queda en Crisólogo Larralde 1801, en el barrio porteño de Núñez donde siguen las protestas de ahorristas que se sienten damnificados. Al sur, en el otro extremo de la ciudad, se levanta el Deportivo Español, quebrado y clausurado en 1999 por malas gestiones y despojado de 10 hectáreas de sus tierras por el macrismo porteño años después. En una extensa entrevista que el programa partidario Furia Española TV le realizó al presidente del club, Diego Elías, en diciembre pasado, éste último contó cómo llegó el grupo de Cositorto.

“Zoe ya venía vinculado al fútbol. Participó en el ascenso de Cañuelas (de la C a la B) y una persona en común nos presentó” comentó el dirigente. El convenio entre las partes se hizo en mayo del 2021 y corre hasta 2025. “No es un gerenciamiento, no hay nada raro. Nos pagan un millón seiscientos por mes, se descuenta el costo del cuerpo técnico y unos 850 mil pesos quedan para el club” completó Elías. Con el grupo llegó como manager Ricardo Caruso Lombardi, hoy columnista de TN y la cara más famosa de la empresa. “Recién ahora nosotros nos desayunamos con todas estas cosas” dijo el lunes pasado en TV.

Cositorto se defendió como pudo de quienes comenzaban a sospechar de las inversiones dolarizadas que promociona en el mercado. “¿Por qué no hablan de Español, que los muchachos estaban tres meses y medio sin cobrar, que no podían darles de comer a sus hijos ni pagar el alquiler y hoy están todos al día? ¿Por qué no sacan las buenas noticias?”, se quejó en televisión. El plantel, según el CEO, podría “multiplicar por 300 el premio que reciba. Para eso tuvimos que comprar una mina de oro en Jujuy, que ya está en funcionamiento”. Los futbolistas cobrarían con Zoe Cash, la divisa virtual que la empresa ya tiene “disponible y listada en CoinMarketCap”, informó Infobae.

La posibilidad de que los jugadores del Deportivo cobren en criptomonedas fue analizada por el asesor letrado de Futbolistas Agremiados, Juan Confalonieri (h): “Tenía conocimiento de que había un club que les estaba pagando a los futbolistas en criptomonedas y sé que los jugadores habían aceptado, todo por referencias. Conozco también que hay un proyecto de ley en el Congreso acerca de la aceptación de la criptomoneda. Pero si nos regimos por la ley vigente, no es una moneda de curso legal y al no ser de curso legal no serviría para cancelar deudas. Con todo lo que ello implicaría. Por lo tanto, me guio por el Código Civil y Comercial de la Nación y no sería viable. Me estaría apartando de la ley más allá del pacto, del acuerdo, que puede llegar a existir entre el club y el futbolista. No lo acepto, no doy mi conformidad para eso”.

El club difundió un comunicado oficial cuando arreciaron las críticas hacia la compañía el 19 de enero. Decía en uno de sus párrafos: “Zoe realmente es una empresa de una seriedad absoluta. Forma parte de nuestro club como main sponsor…”

En octubre del año pasado fue cuestionada por la CNV, que le exigió el cese inmediato de las operaciones. La PROCELAC también les pidió varias medidas de prueba al Banco Central, la CNV y la AFIP para determinar si lleva el caso a los tribunales. El inspector general de Justicia, Ricardo Nissen, firmó una resolución que ordena una investigación sobre el grupo. Lo siguen de cerca y las sospechas se multiplican desde que el caso se volvió viral. La exposición que da el fútbol y la falta de discreción en que cayó Cositorto para difundir su emprendimiento, es proporcional a las miradas que se posaron sobre él.

Argentina no es el único país en que Zoe es seguida con atención por los organismos de control. En Paraguay ya tuvo problemas el año pasado. Hubo un allanamiento a sus oficinas donde se incautaron computadoras. “La firma Zoe Capital, o aquellas personas que promocionan inversiones bajo dicha denominación no se encuentran registradas en la Comisión Nacional de Valores ni habilitadas para efectuar oferta pública de valores en nuestro país”, informó la CNV paraguaya. Lo que se investiga es la presunta comisión de un delito al estilo esquema Ponzi o de estafa piramidal.

El 29 de octubre de 2021 el medio paraguayo Infonegocios publicó en un artículo que los dirigentes más altos del club Tacuary, Jorge Candia y Guillermo Vera, “se reunieron con los directivos de AX Capital y cerraron un acuerdo por cuatro años. La empresa árabe también administra otros clubes, como el Deportivo Español, de Argentina, además de otras instituciones del fútbol colombiano y qatarí, y poseen jugadores en equipos de Argentina, Colombia, España y Arabia”.

Cositorto negó siempre la falta de transparencia de su operatoria, decía que en el país “no hay nadie que no haya cobrado en los últimos cinco años” y continúa convencido de su prédica ontológica. “Hacemos a la gente millonaria y libre”, comentó una vez sin sonrojarse. El CEO que ahora opera desde la clandestinidad sigue cautivando ahorristas pese a todo. Juntó 11 mil dólares a 100 por cabeza para sus promocionadas clases de economía financiera. “Voy a estar hasta donde tenga que estar y hasta donde Dios lo permita…” dijo por Zoom el lunes 21, cuando se perdió su rastro.

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