En el cuartel general de Las Manos de Filippi, una casa en Paternal con sala de ensayo, estudio y oficinita, hay una pieza caliente donde Hernán Carlos de Vega, el Cabra, hace lo que más le gusta: arreglar guitarras, ukeleles y violas. En la terraza charlan los Salta La Banca, que también tienen ahí su teatro de operaciones, y en planta baja hay una barra en la que se acodan Germán “Pecho” Anzoategui y Cabra para presentar Capítulo 1: La transición, que contiene los cuatro primeros temas de su nuevo disco, M.A.C.R.I. (Mente Anticapitalista Revolucionaria Internacional).
Esta trilogía bombástica explotará el año que viene, en el marco de los 25 años de la banda, con un segundo capítulo (La descomposición) que saldrá en abril de 2017 y un último que, un par de meses después, vendrá con una película que están filmando y un libro que compilará la gráfica del grupo. “Le estamos buscando la vuelta a la muerte del CD”, dice Pecho, antes trompetista, ahora cantante. “Una banda independiente tiene que llamar la atención: si mandás un disco de diez temas, lo presentás y se termina ahí mismo”, completa Cabra.
Las Manos de Filippi presentó el primer capítulo el 8 de septiembre en Groove, con entrada gratuita, y mantiene firme su política de no cobrarle a la gente para entrar a los shows. Mientras tanto, también les fue muy bien este año en el Vive Latino (México) y Rock al Parque (Colombia). “Somos viciosos de conocer lugares nuevos, por eso estamos todo el tiempo girando”, explican.
Y también exploran otros intereses musicales: Pecho toca baladas a lo Dyango en El exagerado, Cabra le pone pilas a su proyecto tanguero Che Chino, y juntos participan de Agrupación Mamanis, la versión cumbiera de este asunto, que acaba de incorporar al Indio, fundador de 2 Minutos, como nuevo violero. Además, Gaspar Benegas, guitarrista de Las Manos, se desdobla y toca en La Mono.
Aunque fueron clasificados en la batea de “rock combativo” –hasta les llegaron a decir que hacían “rock problemático”– y se sabe de su compromiso con la lucha obrera, Cabra dice que no quieren militar con las canciones. “Seguimos pensando que cada uno tiene que luchar por su gremio, en las comisiones internas de cada organización; y los músicos tenemos que participar con militancia, no con canciones”, coinciden. Pero admiten que igualmente su banda fue precursora en eso de nombrar a políticos con nombre y apellido, como pasó con Señor Cobranza, el hit que popularizó Bersuit Vergarabat con tremendo lío legal de por medio. “Por lo menos estuvo bueno tener a un rival que llenó River”, se ríen hoy.
* Martes 27/12 en Palermo Club, J.L. Borges 2454. A las 20.