Activistas del colectivo ecologista italiano "Ultima Generazione" volvieron a pegar carteles sobre el cristal que protege una de las obras de Sandro Botticelli en la Galería Uffizi de Florencia, esta vez, en el cuadro de "La Primavera". 

"De vuelta a los Uffizi, entre aplausos y escupitajos de los presentes. Adjuntamos fotos de las inundaciones para pedir un #FondoRiparazione contra las catástrofes climáticas. Eso es suficiente para tener la atención de todos, incluso de aquellos que simplemente quisieran disfrutar de las obras maestras de los Uffizi y no pensar en nada más, no sentir el peso de su responsabilidad como ciudadanos. No podemos permitírnoslo. Hoy este peso es enorme", escribieron desde la organización en X. 

Los activistas pegaron en el cristal de la obra fotos de aluviones vividos en Italia para reclamar por un Fondo de Reparación "preventivo y permanente" de 20.000 millones de euros para reparar los estragos de la crisis climática. Todo duró unos pocos minutos, hasta que llegó la policía. 

Lo mismo ocurrió hace diez días, cuando otros dos activistas de esta misma organización pegaron fotos al cristal que cubre la "Venus" de Botticelli, uno de los cuadros más famosos del Renacimiento florentino y del mundo. 

El 18 de enero el Parlamento italiano adoptó una ley por la que los autores de actos vandálicos contra obras de arte, monumentos o bienes del patrimonio cultural serán castigados con multas de hasta 60.000 euros, además de con sanciones penales.

La norma fue impulsada por el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, para combatir en particular las protestas de los activistas climáticos. 

Los ataques a obras de arte de museos de todo el mundo se convirtieron en el método preferido por grupos de activistas contra la crisis climática o alimentaria. "Las Majas" de Goya en el Museo del Prado de Madrid a "Los Girasoles" de Van Gogh y "La Venus del espejo" de Velázquez en la National Gallery de Londres, son algunos de los cuadros que fueron escenario de reclamos a gobiernos.

El Museo del Louvre en París fue escenario de un momento de tensión cuando dos activistas ambientales le tiraron sopa a "La Gioconda", la obra maestra de Leonardo Da Vinci, para protestar contra la política alimentaria de Francia. Gracias a la protección que tiene desde 2005, la obra –también conocida como la Mona Lisa– no sufrió daños, pero el video se viralizó rápidamente en las redes sociales.

Seguí leyendo