“Adiós amor”. Esas dos palabras eligió Jéssica Gopar para referirse a su esposo, Fernando Santilli, uno de los 44 tripulantes desaparecidos del submarino ARA San Juan desde el miércoles 15 de noviembre. La mujer había seguido minuto a minuto desde las redes sociales la búsqueda nacional e internacional del navío argentino. 

Gopar era de los familiares más esperanzadores sobre el futuro de los marineros. Días atrás, en su cuenta personal de Twitter, escribía que todavía no se había terminado la búsqueda de su esposo y los otros 43 marineros. “Mi compañero de todo. Cuando caí, él me levantó. Siempre nos separó el trabajo. Fragata Libertad, Francia por 5 meses y ahí siempre por 13 años juntos. Respiro por él. Que no se termine la búsqueda. Te necesito en casa”, escribió.

Pero ahora, de la esperanza pasó a la tristeza, el dolor y la crítica a las autoridades del Gobierno nacional y la Marina. “No nos dejen solos, porque después de esto no se sabe qué va a pasar. Al principio todos nos ayudan y luego nos quedamos solos”, dijo Gopar y agregó que no se conforma con una placa que diga: “Los héroes del San Juan”, comentó. Luego, haciendo referencia al hijo que compartía con Santilli, agregó: “Por vos voy a seguir Stefano.  Papá ahora es un ángel. Yo le ruego a Dios que me dé fuerza. Y que nadie se lave las manos”.