Intendente de Funes desde 2019, Roly Santacroce busca ahora un nuevo desafío político: representar al departamento Rosario como convencional reformador por la lista 14 "Activemos" en un escenario donde la reforma de la Constitución provincial se vuelve una oportunidad clave para rediscutir derechos, instituciones y formas de gobierno. Santacroce asegura que su experiencia de gestión y su cercanía con los problemas concretos lo convierten en un candidato con los pies en la tierra. En diálogo con Rosario/12, habló del proceso constituyente, del futuro del peronismo y de por qué cree que el debate no puede quedar en manos de tecnócratas ni del marketing político.

—¿Por qué el rosarino debería votarte este domingo?

—Porque represento una forma distinta de hacer política. Vengo de transformar una ciudad con hechos concretos, no con discursos. Y ahora quiero poner esa experiencia al servicio de algo más grande: una Constitución que refleje el presente y el futuro de los santafesinos. La Carta Magna no puede escribirse entre cuatro paredes: tiene que representar a quienes todos los días enfrentan los problemas reales. Y para eso se necesita gente que haya gestionado, que haya estado en la calle, en el barro, con la gente.

—¿Cómo fue la campaña en un departamento tan diverso como Rosario?

—Muy movilizante. El departamento Rosario es una síntesis de la provincia: tiene la gran ciudad, Rosario, pero también localidades con identidad propia como Pérez, Villa Gobernador Gálvez, Funes, Granadero Baigorria. Lo que recogí en cada lugar es la necesidad de sentirse parte de este proceso. Muchos se preguntan para qué sirve una reforma constitucional. Yo creo que sirve si se discute con la gente adentro, no desde un excel. Y esa fue mi campaña: caminar, escuchar, explicar y comprometerme.

—¿Qué te diferencia de otros candidatos como Aleart o Seisas?

—La gestión, sin dudas. No vengo de hablar de los problemas, vengo de resolverlos. En Funes pusimos en marcha políticas que mejoraron la vida de los vecinos: infraestructura, salud, educación, conectividad. Pero además, tengo una visión política: creo en el diálogo, en la planificación, en la cercanía. No soy parte de ningún experimento ni del show político. Soy un dirigente peronista que quiere aportar a una Constitución moderna, justa, que garantice derechos y potencie a los gobiernos locales.

—¿Qué aspectos deberían estar sí o sí en una nueva Constitución?

—Primero, una cláusula que garantice los derechos conquistados: educación, salud, ambiente, cultura. Segundo, una mirada más federal dentro de la provincia. Rosario y su área metropolitana tienen un peso que no siempre se refleja institucionalmente. Y tercero, discutir cómo mejorar el funcionamiento del Estado, sin caer en recetas de ajuste. También me parece fundamental consagrar mecanismos de democracia directa y darle más herramientas a los municipios y comunas.

—¿Qué futuro le ve al peronismo santafesino en este contexto?

—El peronismo tiene que recuperar su esencia: estar con el que más lo necesita, sin abandonar la gestión moderna y eficiente. En Santa Fe hay cuadros muy valiosos, muchos con experiencia de gestión. Si dejamos de mirarnos el ombligo y nos abrimos a la sociedad, podemos volver a ser una opción real. Pero para eso necesitamos menos rosca y más calle. Esta elección es una oportunidad para demostrar que hay un peronismo que todavía quiere transformar.

—¿Qué le diría a quien piensa que la reforma constitucional no le va a cambiar la vida?

—Le diría que tiene razón si quienes escriben esa reforma no conocen su realidad. Pero si estamos los que venimos del territorio, sí se puede hacer una Constitución que mejore la vida cotidiana: que garantice derechos, que descentralice, que dé herramientas. No es un trámite. Es una oportunidad histórica. Y hay que estar muy atentos a quienes van a tener la lapicera.