El salario docente en la provincia debería incrementarse un 13,6% en los próximos tres meses “para recuperar lo perdido este año” en relación a la evolución de la inflación, y un 22% “para recuperar lo perdido desde la asunción del nuevo gobierno” santafesino, en diciembre de 2023. Así lo establece un informe del Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (Ceso) al que accedió Rosario/12 de cara a las paritarias del sector público provincial, que ayer tuvo su segunda ronda de negociación en la Casa de Gobierno. La gestión de Maximiliano Pullaro propuso para el conjunto de los estatales -incluidos los trabajadores de la educación- un aumento salarial escalonado entre abril y junio del 8%, con un piso garantizado de $75.000 (ver aparte).

El documento del Ceso recuerda que el aumento otorgado por la Casa Gris en febrero pasado, para el primer trimestre del año, fue de 5%, mientras que la inflación medida por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) trepó 9 puntos en el acumulado de los tres primeros meses de 2025. Además, señala que “la inflación proyectada para los meses de abril, mayo y junio es de 2,2%, 2%, y 1,8% según el Relevamiento de Expectativas de Mercado”. El REM es un insumo que produce el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en base a estimaciones de consultoras y entidades bancarias.

El documento del Ceso recuerda, de todos modos, que “estas proyecciones fueron realizadas en marzo y subestimaron la inflación de ese mes (que llegó a 3,7%), lo que hace probable que las estimaciones para los meses siguientes también resulten por debajo de la inflación real. No obstante, es la fuente más fiable a la hora de prever la inflación para los próximos mes”.

Para poner el debate paritario en contexto, el informe señala que “la política antiinflacionaria ya no tiene como ancla al tipo de cambio, que constaba de una devaluación mensual del 1% con el objetivo de que la inflación converja a ese valor”. Ese modelo, denominado crawling peg, terminó con el nuevo acuerdo de toma de duda por U$S20.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, que abrió “un esquema cambiario de tipo flotante entre bandas (en el cual la distancia entre esas bandas es del 40% y aumentará mes a mes)”, por lo que “se contempla la posibilidad de fuertes fluctuaciones que afectan a la dinámica del aumento de precios”, sostiene el documento.

Pobre el que trabaja

El trabajo del Scalabrini Ortíz traza dos escenarios posibles acerca de la discusión paritaria entre los trabajadores del magisterio y el Gobierno. “Lo que planteamos es que, para poder equipar la inflación de este año, la diferencia para el próximo trimestre, el pedido tendría que estar en el 13 por ciento, mínimo”, dijo a Rosario/12 Celina Calore, del Ceso. “Que podría estar expresándose bastante en esta propuesta del Gobierno, pero esto deja afuera la pérdida de poder adquisitivo del año pasado”.

En cambio, continuó la economista, “para recomponer el salario del año pasado estamos hablando de un piso del 22 por ciento para junio. Digo junio porque es el final del segundo trimestre”. Recomponer el poder de compra del sueldo es diferente a que su valor acompañe el proceso inflacionario.

“En febrero hicimos un informe que nos daba el 20 por ciento de pérdida. En general, el empleado público, el trabajador del Estado, viene perdiendo eso, más de un 20 por ciento”, dijo Calore, para introducir otro tema menos frecuente en la narrativa oficial. “Es una pérdida significativa, cuando lo cruzás con la canasta básica, te das cuenta que hoy un docente es pobre”.

El informe del Ceso compara las curvas de los precios y del salario de las y los maestros. “La pérdida contra la inflación estuvo presente durante todos los meses del año anterior y el presente. De esta forma, el salario docente quedó en marzo de este año más de $90.000 por debajo del que se hubiese percibido si el mismo hubiese acompañado la inflación desde enero del 2024”, detalla el documento.

“Así, se evidencia la necesidad de un aumento salarial que no solo contemple lo perdido durante los primeros tres meses de este año, sino la pérdida de poder adquisitivo de todo el año anterior. A partir de esta diferencia, se construyen dos escenarios posibles para los aumentos salariales de abril a junio”, agrega.

Los dos escenarios son los mencionados más arriba: 13% de aumento para equiparar la pérdida de poder adquisitivo de 2025, y un 22% de aumento para cubrir la caída del año pasado. En el primer caso, el salario docente llegaría a mitad de año a $798.764, mientras que en la segunda ascendería a $857.827, de acuerdo a la estimación.

 

Calore agregó que “para tener una referencia, un docente de grado con antigüedad mínima está ganando cerca de 703 mil pesos. Esto no alcanza para cubrir una canasta básica de una familia, si tenemos en cuenta que una familia de tres integrantes tiene una canasta de 860 mil pesos y de cuatro integrantes, más de 1.100.000 pesos”.

Por último, la economista del Ceso recordó que ayer se dio a conocer el resultado operativo de las cuentas públicas de la provincia de Santa Fe, que de acuerdo a los datos de la cartera económica arrojó un pequeño superávit, que implicó un ahorro de 215 mil millones de pesos en el primer trimestre del año.

"La provincia terminó el primer trimestre con superávit, eso también es para poner sobre la mesa. Hay una decisión política sobre en qué se utiliza la palata. Si hay superávit, se puede estirar un poquito (en la propuesta paritaria), porque estamos hablando de salarios de pobreza", cerró.