En la calle Gurruchaga de Cerri, Angie abre el local de la agencia de seguros que puso junto a su madre e intentan salir adelante. A más de tres meses de la inundación del 7 de marzo que arrasó con su hogar y su local, todavía lucha por recuperar lo que las aguas destruyeron. Su mamá logró cobrar el subsidio del gobierno nacional, ella no.

Mientras tanto, el presidente Javier Milei acaba de vetar la ley que le hubiera permitido acceder a créditos blandos para reconstruir su negocio. Entre vidrios rotos, pintura, letras corpóreas y una puerta se le fueron más de 300 mil pesos. Las sillas y escritorios aún no los pudo cambiar, como tampoco las placas de durlock que por la humedad se deformaron y llenaron de hongos.

Milei vetó totalmente la Ley 27.790 que creaba un fondo de 200 mil millones de pesos para asistir a los damnificados de Bahía Blanca con el argumento de que la norma "duplicaba" el DNU 238/2025 que creaba el Suplemento Único para la Reconstrucción (SUR) por el mismo monto pero limitado en sus objetivos.

Mientras que la ley aprobada por el Congreso también contemplaba subsidios no reintegrables y créditos para PyMEs, subsidios para la reconstrucción de infraestructura edilicia, vial, hídrica y demás servicios públicos, el DNU que creó el SUR sólo incluye subsidios no reintegrables para familias damnificadas.

Familias en el limbo

Paz tiene su negocio en inmediaciones del Paseo de las Esculturas, a una cuadra del arroyo Napostá, en una de las zonas más castigadas por la inundación. Cuando el agua del arroyo y del Canal Maldonado se desbordó el 7 de marzo, no tuvo escapatoria. Su comercio quedó completamente anegado y su casa, enfrente al canal, corrió la misma suerte.

"Fue terrible", recuerda mientras describe ese día que cambió todo. La situación se volvió más compleja por su contexto personal. Madre soltera de una nena de 10 años con autismo, atravesando además una situación de salud delicada. En junio del año pasado fue sometida a una cirugía de cadera y tiene otra intervención prevista para mediados de julio.

"No pude tocar nada de la casa… no pude hacer nada porque de ninguna manera… si no era con esto del subsidio, de ninguna manera puedo arreglar nada", explica. Hoy sigue esperando el SUR que le permitiría comenzar la reconstrucción. Su nombre está entre las casi 4 mil personas que aguardan una respuesta del gobierno nacional.

La gestión de Milei celebra que el 85,4 por ciento de los beneficiarios ya recibió el subsidio SUR, pero detrás de esa cifra se esconden historias como la de Paz. Los datos surgen del propio Decreto 424/2025 con el que Milei vetó la ley: de los 37.546 bahienses que se inscribieron para recibir ayuda tras la inundación, 32.076 ya cobraron.

Parece un éxito, hasta que se miran los números que quedan en el mismo decreto: 3.962 expedientes siguen "en evaluación" por parte del Ministerio de Seguridad, y 1.508 personas ya fueron directamente rechazadas.

Entre los que esperan, 2.092 deben "cargar una nueva factura o documentación" para acreditar los requisitos. El gobierno diseñó un "camino de subsanación" para estos casos, pero no detalla plazos concretos.

Es el mismo decreto que cerró la puerta a los créditos para pequeñas y medianas empresas afectadas, los subsidios para reconstrucción de infraestructura y los fondos para reparar servicios públicos dañados.

Comerciantes al borde del abismo

Alejandro mira los mostradores de su heladería en Avenida Alem y todavía puede ver la marca que dejó el agua, un metro de altura que el 7 de marzo cambió todo. "Los daños que sufrimos el día de la inundación fueron muy graves", recuerda el dueño de Heggel, una de las heladerías más icónicas de Bahía Blanca. 

El agua arrasó con muebles y mostradores, pero lo peor fue quedarse sin electricidad durante horas: "Perdimos muchísimos kilos de helado tanto en la sucursal de Alem como en la fábrica que está en la calle Brasil".

Casi cuatro meses después, Alejandro enfrenta una tormenta perfecta. La estacionalidad propia del rubro se combina con una situación económica crítica: "La gente no tiene dinero y las ventas han bajado muchísimo con respecto a años anteriores en esta misma época". 

Los proveedores, también golpeados por la crisis, no pueden ofrecer financiación. Y ahora, el veto presidencial cerró las puertas al crédito blando que esperaba conseguir.

"Enterarme que la emergencia económica no va, sinceramente me preocupa muchísimo. Estábamos esperanzados en conseguir algún crédito un poco más blando que las tasas que están cobrando los bancos actualmente, que desde mi punto de vista son de locos", explica Alejandro.

Hasta ahora, solo pudo contar con "el apoyo del Banco Credicoop que nos dio un crédito con una tasa muy por debajo de la tasa de mercado y eso nos ayudó muchísimo". Pero no alcanza: "Si esto no sale, la verdad que sinceramente no sé qué vamos a hacer".

El mapa político de la bronca

Federico Susbielles busca el diálogo, no se rinde, pero no esconde el malestar. "Voy a intentar comunicarme directamente con el Presidente", anunció en conferencia de prensa desde el Palacio Municipal, visiblemente molesto por la publicación del decreto de veto. Al cierre de esta edición no había novedades respecto a ese llamado. 

"Bahía y sus vecinos tienen derecho a renacer, a que la ciudad tenga un mejor futuro. El veto no puede significar el cierre del capítulo", insistió el intendente, quien advirtió que "la reconstrucción aún no comenzó" y que la ciudad necesita "gestión y presupuesto" para salir adelante.

Susbielles mantiene un equilibrio diplomático. "No tengo motivos para desconfiar de la palabra que me dio el presidente sobre el apoyo del gobierno nacional para la reconstrucción de la ciudad", dice pero al mismo tiempo reclama inversión en infraestructura y pide que se ejecute el préstamo de 200 millones de dólares del BID que sigue trabado.

Susbielles supervisa diariamente el avance de las obras de reconstrucción en Bahía Blanca.

La defensa libertaria

Cruzando Plaza Rivadavia, Mauro Reyes, concejal de La Libertad Avanza y presidente del Concejo Deliberante, es interceptado por un notero del medio local Apepe y sin dudarlo sale a defender el veto con los mismos argumentos de Casa Rosada.

También en redes sociales reproduce las palabras del vocero presidencial Manuel Adorni y acusa a "los que nunca pudieron resolver un solo problema de nuestro país" de "intentar hacer política con una Ley obsoleta desde el Congreso". Para Reyes, que agradece "siempre" a Milei, la ley era una "duplicación" de recursos ya transferidos.

Pablo Daguerre, el único concejal no peronista que se animó a hablar públicamente, no tuvo medias tintas: "El veto es una muestra clara de insensibilidad política y desapego al drama humano que vivieron y viven miles de familias afectadas".

El radical, que es parte del bloque Juntos, esta vez eligió la confrontación directa y calificó la decisión presidencial como "un acto de crueldad institucional". Sin intentar suavizar su crítica manifestó que "no es sólo un error: es una provocación, una falta de respeto y una agresión directa a Bahía Blanca y su gente".

Sus dichos chocan con los del diputado provincial Fernando Compagnoni, con quien compartió la boleta de Juntos en 2021 y a quien hoy el bullrichismo bahiense postula para encabezar la lista en la sexta sección.

"En Bahía todos sabemos que el presidente Milei y sus ministros estuvieron desde el primer día. Nunca se dispusieron tantos recursos de ayuda directa a la gente como en esta catástrofe", tuiteó, y rápidamente desvió el foco hacia el gobierno provincial. "Kicillof destina 3.600 millones de pesos para políticas de género y diversidad, 26.000 millones para publicidad", comparó a modo de chicana. 

"Milei le da la espalda a Bahía Blanca"

Desde el Movimiento Derecho al Futuro, la senadora provincial Ayelén Durán no se anduvo con vueltas. "El veto de Milei a la Ley de emergencia para Bahía Blanca no es una sorpresa", disparó, y desplegó toda la cronología del desencuentro entre el presidente y la ciudad.

"Cuando sufrimos el temporal de diciembre del 2023, el presidente nos visitó solamente para decirnos que saldríamos adelante con los recursos existentes. Comenzaba su gestión dándole la espalda a Bahía Blanca", recordó, y siguió enumerando: "Volvió a hacerlo cuando la Argentina tenía la oportunidad de recibir una inversión histórica con la planta de GNL en nuestro puerto, y vuelve a hacerlo ahora".

Para Durán, el patrón es claro y el diagnóstico implacable: "Resulta lamentable ver una y otra vez cómo Milei le da la espalda sistemáticamente a Bahía Blanca. No importaron los acuerdos legislativos ni las decisiones tomadas por otro Poder del Estado Nacional: el presidente nos dijo que no".

La senadora cerró su dardo contrastando el abandono nacional con el "acompañamiento constante y genuino del gobernador Kicillof", dibujando así el mapa político de una ciudad que se siente huérfana del gobierno nacional pero arropada por la provincia.

"La realidad es que con la noticia del veto no puedo decir que me siento sorprendida", coincide la concejala peronista Gisela Ghigliani, aunque admite que si bien esperaba la decisión "llama la atención que sea un veto así tan brutal, total, parecería que no hubieran leído los distintos puntos".

La edil enmarca el rechazo en una lógica implacable: "La prioridad absoluta del gobierno de Milei es mantener el superávit fiscal cueste lo que cueste. Y en ese 'cueste lo que cueste' está también esta catástrofe que sufrió Bahía Blanca".

Ghigliani refuerza el diagnóstico de Durán sobre el acompañamiento provincial. "Ahí sí tengo que marcar la diferencia con el gobierno de la provincia que sigue visitando periódicamente y anunció que se va a reconstruir nuestro canal derivador Maldonado", reconociendo que "son obras de una envergadura que no pueden ser afrontadas unilateralmente".

Con los datos sobre la mesa y más allá de las consideraciones políticas, las historias de Angie, Paz y Alejandro se repiten en miles de bahienses que esperan una respuesta que no llega. Y cuando parece llegar encuentras trabas que dejan todo a mitad de camino. 

Sus rostros y testimonios contrastan con la frialdad de los números oficiales y con la idea de que "los bahienses van a salir adelante con los recursos existentes". Eso dijo el Presidente en una de sus primeras apariciones públicas, durante el temporal que azotó la ciudad en diciembre de 2023. El veto de esta semana confirma que lejos de ser una promesa de apoyo, aquellos fue una declaración de principios. 

La última foto define también un momento político: el Presidente decide voltear lo que el Congreso aprobó, mientras la Provincia sostiene lo que la Nación abandona sus responsabilidades.