La contracara es una economía real que no levanta la cabeza y desequilibrios cada vez más impactantes en el frente externo.
El gobierno no parece preocupado y calcula que la apreciación del tipo de cambio seguirá avanzando en los próximos meses, al menos hasta las elecciones de medio término.
El gobierno se empecinó en los últimos meses en sostener la apreciación del tipo de cambio oficial. El resultado fue que se perdieron miles de millones de dólares. Todas las miradas están puestas en cómo abrirá el mercado el lunes.
Después de negar durante meses cambios en la tablita de devaluación, el Gobierno abrió el cepo y fijó bandas, por exigencia del FMI.
La falta de confianza que muestran inversores desde finales de enero por la caída de reservas se potenció con el estallido de la guerra comercial.
El estallido del conflicto arancelario mundial encuentra a la Argentina en una posición de debilidad. Derrumbe de bonos y acciones y escalada del riesgo país.
Fue un jueves negro para los mercados financieros internacionales, con fuerte impacto en activos argentinos. El Banco Central vendió 10 millones de dólares.
Las posiciones de carry trade se desarman, volvió la euforia por los bonos atados al dólar y mercado presagia cambios en el esquema cambiario.
La jugada de Caputo y Milei de anunciar otra vez un acuerdo con el FMI que no cerrado no logró parar la corrida cambiaria, con alzas en las cotizaciones y sangría de reservas.
El gobierno se mueve en un hilo cada vez más fino y la devaluación está a flor de piel. El clima de incertidumbre en la city porteña está totalmente espeso.