CARTAS DE LECTORES

CARTAS

Cromañón

Soy la madre de Nayla Fernández y quiero manifestar mi rechazo a las declaraciones, acciones y apariciones públicas del Sr. Luis Fernández García (N. de la R: Luis Fernández es uno de los padres de Cromañón con causas judiciales por amenazas, entre otros, a los integrantes del grupo Callejeros).

El dolor frente a la pérdida de mi única hija es intransferible. Puede ser compartido por quienes sufren el mismo vacío y entendido por aquellos que, sólo imaginándolo, se estremecen.

Anteponer el dolor para decir cualquier cosa es una forma de impunidad. Amenazar a todos aquellos que no piensan como piensa el Sr. no es lícito. Tampoco es el modo de cumplir promesas.

Las personas construimos una memoria social de los hechos que nos conmueven. Un recuerdo que, ligado a diferentes episodios, actualiza la esperanza de llegar a la verdad y de que se haga justicia.

En ocasiones, imágenes y palabras intentan resumir los acontecimientos y los medios son el eco de lo que se dice y se hace sin ninguna rectificación.

La imagen de mi hija no tiene nada que ver con los dichos de su padre. Me duele y me indigna que el padre insulte, rompa vidrios y amenace, haciendo de su bronca –o su dolor– un estandarte que lleva como centro la mirada de Nayla.

El 30 de diciembre de 2004 golpeó a muchas personas, a mí y al padre de mi hija entre tantas, pero él y yo pensamos y actuamos de maneras distintas porque marchamos por caminos diferentes.

Con esto quiero expresar mi rechazo a sus acciones y dichos pasados, presentes y futuros.

Adriana Medina
DNI 17.374.760

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Jubilados

El Gobierno anunció, y en buena hora, un interesante incremento en los haberes de los jubilados, especialmente para los que perciben el haber mínimo, a partir del mes de enero del año próximo.

Acto seguido, los señores diputados deberían tratar la reforma general del actual sistema previsional, contemplando, muy especialmente, la posibilidad de retorno al régimen de reparto, de aquellos actualmente “cautivos” en las AFJP por haberse adherido, ya sea por la siniestra información de que el Estado nacional carecía de recursos para afrontar el pasivo previsional y/o por la inescrupulosa actitud de algunos empleadores, al nefasto régimen de capitalización. Si ello no ocurriera, restaría pensar, con buen criterio, que el aumento a la clase pasiva obedece, únicamente, a que el próximo será un año electoral.

Carlos M. González
DNI Nº 4.294.446

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