CARTAS DE LECTORES

Juegos de azar

Los juegos de azar están regidos por leyes matemáticas de probabilidad, de modo que los dueños de bingos o casinos conocen las probabilidades de ganar o de perder que hay en cada apuesta. Los resultados del negocio son obviamente muy buenos para las casas de juego. ¿El jugador conoce sus chances en cada apuesta? Como ciudadano consumidor de un entretenimiento autorizado, ¿tiene derecho a recibir esta información? El jugador es un paciente potencial de un padecimiento psiquiátrico grave: el juego compulsivo. ¿Conocer el riesgo de cada apuesta podría ser una medida de medicina preventiva? ¿Las autoridades de salud tienen la obligación de informarlo? ¿El cartel colocado en los bingos que dice “jugar compulsivamente puede ser peligroso para la salud” es útil? Si el jugador cree que está jugando de igual a igual contra la banca, ¿al estar desinformado cae en una trampa? ¿El jugador llena su desconocimiento con pensamiento mágico, como cábalas, amuletos, rachas, martingalas o método infalible para ganar? ¿Qué opinan sobre el tema las asociaciones de defensa del consumidor, los funcionarios de Salud, los de Lotería y los diseñadores de las máquinas y mesas de juego?

Néstor Jorge Fernández

DNI Nº 4.258.456

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