DEPORTES › EL ANALISIS DE LA FLOJISIMA ACTUACION INDIVIDUAL

Sólo Romero se salvó

El arquero, puesto de urgencia, intervino en tres situaciones claves que impidieron un marcador más abultado y no tuvo responsabilidad en el gol paraguayo. Del resto, poco, muy poco.

La Selección de Diego Maradona volvió a mostrar todas sus flaquezas, su descomposición como equipo: cuando el colectivo no aparece, el peso de las individualidades se desvanece y así se realimenta un círculo vicioso que a esta altura de las Eliminatorias y con la clasificación al Mundial de Sudáfrica en juego es alarmante.

Había mucho para observar, pero lo que se vio fue poco. Apenas unas buenas intervenciones del arquerito Sergio Romero, quien reemplazó de urgencia a Andújar y, aunque debió luchar con la torpeza generalizada de su línea defensiva, tuvo al menos tres intervenciones claves para evitar goles paraguayos: en dos oportunidades desvió remates francos que se estrellaron en su palo derecho; después, aunque con desprolijidades, aportó la pizca de seguridad que el equipo necesitaba. Fue el mejor en una pobrísima demostración y no tuvo responsabilidad en el gol.

Entre lo peor del equipo argentino estuvo el primer tiempo de su defensa. Javier Zanetti no pudo parar a nadie por su franja y dejó pasar a Haedo Valdez en la jugada del gol. Tampoco aportó en ataque, porque cuando lo intentaba se le soltaba Aureliano Torres y no podía frenarlo. Papa fue todo voluntad en ataque, pero cuando atacaban los paraguayos, generalmente de contragolpe, el lateral de Vélez brilló por su ausencia. Lo de los marcadores centrales fue directamente para aplazo, como si Sebastián Domínguez y Gabriel Heinze (que pegó patadas a mansalva, Cabañas y Barreto dan cuenta de eso) se hubieran puesto a estudiar su juego apenas unos minutos antes del partido.

El mediocampo, preocupados todos por llegar al arco de Villar a como diera lugar, sin inteligencia ni criterio, no funcionó. Ni Mascherano ni Gago lograban agarrar la pelota y les costó horrores cortar el circuito de los paraguayos, que aprovechaban los espacios y avanzaban tocando. Lo de Dátolo por la izquierda fue todo desperdicio, yendo y viniendo sin lógica. Verón, que había sido el mejorcito del equipo de Maradona, impotente frente a su esfuerzo inútil, primero se ganó una amarilla por una falta innecesaria sobre Riveros –que lo marginaba del partido ante Perú– y luego fue expulsado al ganarse una segunda tarjeta por protestar ante una clara falta suya.

Aislados e impotentes, los delanteros tampoco se lucieron. Agüero no pesó y Messi, que se ahogó en gambetas intrascendentes, tuvo su primera chance más o menos clara de gol a los 70 minutos, con un débil zurdazo que se fue apenas desviado.

Tampoco hubo respuesta en el banco. Entraron Lavezzi, Palermo y Schiavi, estos dos últimos para intentar empatar el trámite con un cabezazo salvador. Casi lo consiguen estos dos últimos al final.

Compartir: 

Twitter

Volada del arquero de la Selección, Sergio Romero, que fue el jugador argentino de mejor rendimiento.
Imagen: AFP
 
DEPORTES
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.