DEPORTES › FUTBOL LA SELECCIóN ARGENTINA PERDIó 1-0 CON JAPóN, EN SAITAMA

Un pronunciado paso para atrás

El equipo de Batista dejó una mala imagen y fue claramente superado por los nipones, que se impusieron con un tanto de Okazaki en el primer tiempo. No funcionó el esquema, fallaron casi todas las individualidades y se lesionaron Milito, Cambiasso y Bolatti.

Esta vez a la Selección no la acompañó el juego ni la suerte y perdió en Saitama frente a Japón por 1-0, en un partido en el que no pudo dejar una buena imagen. El equipo de Sergio Batista, el que había goleado a la campeona España en Buenos Aires, fue apenas un bosquejo de sí mismo y tras el sorpresivo gol de Shinji Okazaki, con el que finalmente los nipones se aseguraron la victoria, la Selección sufrió fallas en todas sus líneas, le costó manejar la pelota, no logró controlar el desarrollo y, salvo algún que otro intento aislado de Lionel Messi, generó pocas situaciones de gol. La derrota, la primera para Argentina en siete encuentros entre ambos países, dejó expuestas varias falencias.

- El planteo. Argentina se prendió rápido en la propuesta de los japoneses, que de entrada apostaron al intercambio de golpes, aprovechando la velocidad y la buena técnica de sus hombres de ataque, Honda, Morimoto, Okazaki, y después el ingresado Maeda, y la muy buena labor en el mediocampo de Kagawa y Endo. Y luego del gol de Okazaki, la Selección no tuvo la reacción esperada, no logró serenarse ni ordenarse a partir del trabajo de D’Alessandro y de Cambiasso y redujo prácticamente todo su fútbol a los arranques solitarios de Messi. Luego, cuando Japón se le cerró atrás y comenzó a especular, Argentina fue a buscar el empate con todo su poderío ofensivo y quedó expuesta a contraataques muy peligrosos.

- El enganche. La inclusión de D’Alessandro como enganche definido no funcionó ayer. El volante de Inter de Brasil no logró acoplarse ni con Messi ni con Tevez y tampoco tuvo respuestas ante la inmensa presión que ejerció el seleccionado dirigido por el italiano Alberto Zaccheroni (ex DT de Milan) en la zona de gestación. El equipo mejoró un poco cuando ingresó Pastore para intentar cumplir esa función. Entonces hubo más pausa y un mayor control sobre la pelota, lo que le dio al equipo argentino un poco más de profundidad, aunque igual no le alcanzó para vulnerar la férrea defensa de los nipones.

- La ofensiva. El único que sacó las papas del fuego fue Messi, quien marcó diferencia con su explosión y velocidad, y aunque falló en la definición, fue el que más buscó el gol. Milito casi no entró en juego, al igual que su reemplazante, Higuaín, y Tevez desperdició las pocas chances con las que contó. Con el ingreso de Lavezzi por Burdisso, la Selección terminó atacando con cuatro delanteros, pero no consiguió generar verdadero peligro en el área rival.

- Los laterales. Ni Heinze ni Burdisso le encontraron la vuelta al planteo de los japoneses, quienes se las ingeniaron para frenar las proyecciones ofensivas. Aportaron poco en ataque y, cuando Japón contragolpeaba, quedaron casi siempre expuestos en defensa, al igual que los centrales Demichelis y Gabriel Milito.

- El arquero. Japón probó poco al arquero argentino, pero cuando lo hizo, sobre todo con remates de media distancia, lo complicó. Romero respondió bien en el arranque ante un disparo de Morimoto, quien remató sin marca (debía cubrirlo Gabriel Milito) desde el área chica, pero después dio rebote prácticamente en todos los disparos y eso no aporta en seguridad para los defensores. De un rebote suyo, precisamente, ante un remate de Endo, llegó el gol de Okazaki. Sobre el final del partido, el ex arquero de Racing desvió lo que hubiera sido el segundo gol de Japón, luego de un violento zurdazo de Maeda tras una larga corrida, en la que Mascherano y Di María quedaron en el camino.

Las lesiones. El saldo fue también negativo en ese aspecto. En el transcurso de la primera parte, la Selección perdió a Diego Milito y Cambiasso, y sobre el final del partido debió salir Mario Bolatti, cediéndole su lugar a Di María.

Balance. Si bien se trató de la primera derrota de la Selección de Batista, tras las victorias ante Irlanda (1-0) y España (4-1), la imagen que dejó la Selección es preocupante. El próximo amistoso de la Selección será el 17 de noviembre en Doha, la capital de Qatar, ante nada menos que Brasil, el clásico rival sudamericano. Será una prueba de fuego.

1 JAPON

Kawashima; Uchida, Kurihara, Inoha, Nagamoto; Konno, Kagawa, Endo, Honda; Morimoto, Okazaki.

DT: Alberto Zaccheroni.

0- ARGENTINA

Romero; Burdisso, Demichelis, Milito, Heinze; Mascherano, Cambiasso; D’Alessandro; Messi, Tevez, Milito.

DT: Sergio Batista.

Estadio: Saitama Stadium.

Arbitro: Pawell Gil (Polonia).

Gol: 18m Okazaki (J).

Cambios: 33m Higuaín por Milito (A), 44m Bolatti por Cambiasso (A); 59m Pastore por D`Alessandro (A), 65m Maeda por Morimoto (J), 71m Abe por Okazaki (J), 72m Sekiguchi por Endo (J), 77m Lavezzi por Burdisso (A), 78m Nakamura por Kagawa (J), 83m Nishikawa por Kawashima (J), 85m Di María por Bolatti (A).

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Romero dio rebote ante un remate de Endo y Okazaki aprovechó para convertir.
Imagen: EFE
 
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