El técnico de Holanda, Louis van Gaal, decidió trabajar en secreto a su arribo a San Pablo para pulir los últimos detalles de cara al trascendental duelo de mañana en el Arena Corinthians.

El plantel naranja, que eliminó a Costa Rica por penales el sábado en cuartos de final en Salvador y llegó ayer a tierras paulistas, se entrenó en las primeras horas de la noche en el Estádio Paulo Machado de Carvalho, más conocido como Pacaembú, sin permitir el acceso a los curiosos porque tenía previsto desarrollar ejercicios tácticos.

Van Gaal, que sueña con llevar a Holanda por primera vez a un título mundial, planeó para hoy una nueva sesión en el mismo escenario pero a partir de las 11.30, mientras que a las 14.30 ofrecerá la conferencia de prensa habitual antes de cada partido junto, en este caso, al defensor Stefan De Vrij.

El zaguero Ron Vlaar es el único de los que fue titular ante los costarricenses que se encuentra entre algodones, ya que padece una dolencia en una de las rodillas que le impidió el domingo entrenarse a la par de sus compañeros en Río de Janeiro, pero se estima que llegará sin problemas para el duelo ante Argentina.

En tanto, la principal preocupación es el mediocampista Nigel De Jong, quien sufrió un pequeño desgarro en el aductor en el partido ante México de octavos de final y, si bien en un principio había sido descartado para lo que resta del certamen, lo cierto es que trabaja a contrarreloj y su ilusión es estar mañana ante Argentina.

El entrenador decidirá hoy si mantiene el esquema táctico de 3-5-2 que planteó ante Costa Rica o bien si rota habida cuenta de que el rendimiento que mostró su equipo no fue el mejor y las aptitudes del rival a enfrentar son distintas.

Holanda, que sueña con acceder a su segunda final consecutiva (cayó ante España hace cuatro años en Sudáfrica) y poder por fin luego conquistar su primer título, tendrá sin embargo una complicación en caso de vencer a Argentina porque se verá obligada a dejar su bunker mundialista en Río de Janeiro. Justamente, el presidente de la Federación Holandesa, Bert van Oostveen, explicó que el Caesar Park Ipanema, donde se aloja la delegación desde que llegó a Brasil, dejará de estar disponible para la final porque la FIFA lo reservó para autoridades, auspiciantes e invitados especiales. “Es una pena, porque los jugadores se acostumbraron a ese hotel. Ahora podrían tener que cambiar de lugar justo antes del partido más importante de sus vidas”, se lamentó.