El defensor italiano Giorgio Chiellini dijo que ya olvidó el mordisco que le propinó en el Mundial de Brasil el delantero uruguayo Luis Suárez, a quien volverá a enfrentarse el próximo sábado 6 de junio en la final de la Champions League, cuando la Juventus se mida contra el Barcelona en Berlín.

“Finalmente nos encontraremos de nuevo. Por mi parte, el tema está ya olvidado, seguro que de su parte también. Nos volveremos a ver y así dejaremos de hablar de lo que ocurrió en el Mundial para hablar de las enormes cualidades que tienen tanto él como su equipo y también de las grandes cualidades que tenemos en la Juve”, afirmó Chiellini.

El mordisco del uruguayo se produjo en el último partido del grupo D de la cita mundialista y significó una sanción de nueve encuentros oficiales con su selección y cuatro meses de suspensión por parte de la FIFA al actual jugador del Barcelona, por entonces goleador del Liverpool.

El defensor dijo que siente una “gran emoción” a medida que los días pasan y se acerca la fecha de la final. “Tenemos muchas ganas de jugar, tendremos mucha energía positiva y en el campo será necesario tener paciencia para limitar a los jugadores del Barcelona y poder plantarles cara con nuestras mejores armas”, subrayó Chiellini, que afirmó tener la receta para sacarle poder a Lionel Messi: “Se lo puede parar cortándole el espacio y sobre todo no dejándole la oportunidad de enfrentarse uno contra uno”. Su colega en la defensa de la Juventus, Leonardo Bonucci, calificó al argentino de “extraterrestre”. “Tenemos respeto a los grandes campeones del Barcelona, Messi es un extraterrestre, pero sabemos que si no dudamos un segundo y que si hacemos un juego defensivo perfecto también nosotros podemos hacer bastante daño”, dijo.

El suizo Stephan Lichtsteiner se deshizo en elogios hacia Messi, pero con matices: “Messi es uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, pero ya jugamos contra Ronaldo, Bale y Benzema. Esperamos hacer otro partido tan bueno como en semifinales”.

El capitán Gianluigi Buffon describió al Barcelona como un “equipo fuerte”, pero no imposible de vencer. “No somos favoritos, pero queremos jugar sin lamentaciones. Tenemos algunas armas para ponérselo difícil al Barcelona.”