En la Argentina la decisión se mira por TV, como algo ajeno. El país no tiene ningún miembro en el COI con poder de voto; el último fue el coronel Antonio Rodríguez, ya fallecido. Aunque por medio del secretario de Deporte, Claudio Morresi, expresó su respaldo a la candidatura de Río de Janeiro en la última reunión del Consude en Uruguay (Consejo Sudamericano de Deporte), un organismo del que participan las más altas autoridades deportivas del continente. La ciudad brasileña recibió un apoyo semejante del CADE (Consejo Americano del Deporte) en marzo de este año en Panamá.

También hubo un contacto de Brasil con la Cancillería para pedir un aval a Río, algo que se descontaba por la integración que alcanzaron las naciones de la región. El XIII Congreso del COI ahora tiene la palabra. Copenhague, por esta semana, será una especie de Naciones Unidas del deporte, donde cada una de las cuatro ciudades apuesta sus fichas. Todo puede suceder en este frenesí por conseguir la sede de unos Juegos que se harán recién dentro de siete años. Falta demasiado tiempo y muchos de los actuales atletas ya no competirán más cuando llegue la fecha.