No todo el mundo se siente feliz con el paso del Dakar por Sudamérica.

Organizaciones ecologistas de Argentina y Chile lanzaron una voz de alerta, como el año pasado, por el impacto negativo que producirá el rally en el medio ambiente de la región. Pampas y terrenos desérticos, rocosos y montañosos de Argentina y Chile, escenarios de la prueba, son mirados con preocupación por quienes se ocupan de preservar los tesoros arqueológicos y naturales en ambos países.

El biólogo Raúl Montenegro, de la Fundación para la Defensa del Ambiente de Argentina (Funam), afirmó que “el impacto es difícil de predecir, porque no es como un rally convencional que se corre por un camino, sino que pueden cambiar el recorrido y se convierte en un impacto de franja muy fuerte”. Como el Dakar no es una competencia lineal de vehículos, sino una ancha franja de vehículos de todo tipo, autos, camionetas, camiones y motos, que atraviesan zonas arenosas frágiles y únicas destrozando a su paso el suelo y la vegetación nativa”, describió el científico.

“Mientras la situación ambiental de Córdoba y otras provincias es la peor de su historia, con sequías e inundaciones, dejamos que pase esta franja de depredación como si todo estuviera bien, como si abundara el agua potable. Dejar que el rally pase por dunas, zonas de arena y otros ambientes frágiles es una barbaridad”, denunció Montenegro.

El director de la red ambiental mendocina Oikos, Eduardo Sosa, precisó que en su primera incursión por tierras sudamericanas, a comienzos de año, el Dakar produjo “desmonte y ensanchamiento de los caminos” y señaló que el paso de la caravana por las dunas de El Nihuil –zona apreciada por los pilotos por sus trampas de arena– podría “afectar los humedales conectados y la vegetación que fija las dunas”. El principal candidato argentino en el Dakar, Orlando Terranova, es mendocino.

En Chile, organizaciones ecologistas ya se preparan con diversas acciones en contra del Rally Dakar por considerarlo una “gran promoción del consumismo de los vehículos 4x4” que provocan un fuerte daño al medio ambiente.