ECONOMíA › DURO IMPACTO DEL LOCKOUT RURAL SOBRE EL NIVEL DE ACTIVIDAD INDUSTRIAL

Menos alimentos, a precios más altos

La producción fabril sufrió en marzo una importante desaceleración. Creció sólo 3,1 por ciento, un tercio del nivel registrado hasta febrero. Pero la industria alimenticia derrapó 10,1 por ciento, lo que se tradujo en inflación.

El lockout rural de veintiún días tuvo un impacto directo sobre el nivel de actividad industrial. La producción creció durante marzo sólo 3,1 por ciento respecto de igual mes de 2007, cifra que representa apenas una tercera parte del aumento que acumulaba el sector fabril en el primer bimestre. Los datos fueron proporcionados ayer por el Indec. La peor parte la llevó la industria alimenticia, que perdió en marzo casi todo lo ganado desde comienzos de año. Su producción registraba un crecimiento de 6,9 por ciento entre enero y febrero respecto del mismo lapso del año pasado y quedó con un avance de sólo 0,6 por ciento en el trimestre, luego de computar una estruendosa caída de 10,1 puntos en la actividad durante marzo. Esa retracción se tradujo en aumentos de precios.

Distintos sectores fabriles denunciaron problemas de abastecimiento de insumos y para despachar mercaderías, por los cortes de ruta, y dificultades logísticas por la acumulación de stocks. Todo eso y otros efectos secundarios afectaron la rentabilidad de numerosas empresas. A nivel macro, el Indec reflejó un deterioro en los números de producción. En enero, el Estimador Mensual Industrial (EMI) anotó una impactante suba interanual de 12,2 por ciento, que en parte se explicó por el adelantamiento de producción de distintas compañías para aprovechar el abastecimiento de gas, que podría escasear más adelante. En febrero, por paradas técnicas y vacaciones, el EMI avanzó más a tono con lo esperable, un 5,9 por ciento. Entre ambos meses, la industria acumulaba una expansión de 9,0 por ciento. Pero ahora, por el frenazo de marzo, el trimestre quedó con un aumento de 6,9 por ciento sobre igual período de 2007, en la versión sin estacionalidad.

Ese incremento de 6,9 por ciento es, a pesar de todo, mayor al registrado en el primer trimestre de 2007 respecto del mismo lapso de 2006, que había sido de 6,6 por ciento. Otro dato a destacar es que sobre los resultados de doce sectores adelantados en el informe del Indec –los números globales serán presentados en dos semanas–, nueve de ellos muestran aumentos, contra tres que derraparon.

Pero el rubro que más cayó es el que más incide en los bolsillos populares. Se trata de la industria alimenticia que, como se indicó más arriba, tuvo una baja internual de 10,1 por ciento en marzo y del 5,3 por ciento contra febrero. Los declives más fuertes se dieron en carnes rojas (-37,6 por ciento interanual), molienda de cereales y oleaginosas (-16,4), yerba mate (-5,1), bebidas (-4,9), carnes blancas (-4,3) y azúcar (-1,2). Llamativamente, la producción láctea subió 0,8 por ciento, justo en el mes en que se vieron duras imágenes de productores derramando leche por el lockout rural. La explicación se encuentra en los graves problemas de inundaciones que se dieron el año pasado en las principales cuencas lecheras. En el trimestre, la producción láctea trepa 0,2 por ciento.

La consecuencia directa de la menor producción de alimentos fue la disparada de precios en las góndolas, de acuerdo con los registros de diversas asociaciones de consumidores, ya que el Indec apenas admitió algunos aumentos aislados. La oferta de carnes rojas cae 7,5 por ciento en el trimestre (aunque subía 9,9 por ciento al finalizar el primer bimestre), mientras que la de carnes blancas sube 7,3, la de azúcar, 7,9, y la molienda de cereales y oleaginosas, 3,6.

Los otros dos sectores que descendieron el mes pasado fueron el de tabaco (-3,6) y, por otros motivos, refinación de petróleo (-3,8). Del otro lado, como siempre desde 2003, la industria automotriz traccionó al EMI con una expansión de 14,1 por ciento contra marzo de 2007. También crecieron las industrias del acero y el aluminio (10,4), del caucho y el plástico (9,1), química (8,1), textil (8,1), de insumos para la construcción (5,5), papel y cartón (4,5), metalmecánica (3,5) y edición e impresión (1,4). Contra febrero, el EMI cayó 1,7 por ciento sin estacionalidad. A pesar del tropezón de marzo, las perspectivas empresarias para el trimestre en curso siguen siendo favorables. Una amplia mayoría prevé estabilidad y los que proyectan subas duplican a los que esperan bajas.

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La producción de carnes rojas cayó en marzo un estrepitoso 37,6 por ciento interanual.
 
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