El jefe de Gabinete, Sergio Massa, negó ayer que el gobierno nacional esté previendo declarar la emergencia agropecuaria nacional, reservando ese recurso para las provincias. “La decisión es no soltarles la mano a los productores”, aclaró el funcionario, aunque aquella determinación podría ser interpretada de otro modo por lo más sensible de la dirigencia agropecuaria. Mientras, el gobernador bonaerense parece haber elegido el camino de congraciarse con los ruralistas jaqueados por la sequía, quizás previendo un eventual estallido de éstos por la crítica situación climática que afecta al sector. Daniel Scioli se entrevistó ayer con Pedro Apaolaza, el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), con quien convino algunas medidas de bálsamo a esta coyuntura difícil. Carbap fue la entidad que pidió que “Dios perdone” a la presidenta Cristina Kirchner durante la pelea por las retenciones móviles.

Según Massa, la labor del gobierno nacional es la de “recibir las evaluaciones que hace cada provincia afectada por la sequía, que a su juicio tienen procedimientos particulares para la declaración de la emergencia, trabajo que debería ser coordinado por los gobernadores e intendentes”. De esa manera descartó que sea el poder central el que declare la emergencia a nivel nacional. “La decisión es trabajar codo a codo con los productores para que sientan que el Gobierno está a su lado”, moderó Massa, justificando en la diversidad de cuadros la dificultad para tomar una medida de carácter general.

Casi en ese mismo momento, Apaolaza discutía con Scioli el problema de la sequía en territorio provincial que, según el dirigente, hasta el momento habría ocasionado un “perjuicio de 3600 millones de pesos” y, de no llover al menos 80 milímetros en los próximos diez días, con certeza se añadirán nuevos distritos al estado de emergencia. Aunque sin dar precisiones numéricas, el ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, precisó que “dos tercios de la provincia está en situación de declararse en emergencia o desastre”. La primera posterga pagos impositivos mientras que la segunda directamente los condona.

El colaborador de Scioli fue, sin embargo, más optimista respecto al auxilio del gobierno nacional y dio por seguro que en los próximos días llegará una partida de dinero para costear subsidios con el fin de compensar parcialmente los daños que la falta de agua habría generado a algunos productores el año anterior. “Seguramente, va a implementar una política activa respecto de la sequía”, se esperanzó el colaborador bonaerense.

Apaolaza también mostró cierta satisfacción, luego de la entrevista con el gobernador de la que también participaron los ministros de Economía y Producción, Rafael Perelmiter y Alejandro Arloa, respectivamente, y el titular de la Agencia de Recaudación Buenos Aires (ARBA), Santiago Montoya. De allí se llevó concretamente la promesa de que Buenos Aires finalmente desembolsará los fondos necesarios para subsidiar el pago de los salarios de los trabajadores frutihortícolas y que habrá mayor apoyo oficial para el combate de la tucura. Pero quizás el mayor rédito fue sentarse a la mesa con ese equipo bonaerense.

La buena disposición oficial quizás se deba al espanto más que al amor. Según reconoció Monzó, más de la mitad de los distritos provinciales están en un estado crítico y la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario (Cedaba), de la que participan representantes de las cuatro entidades rurales, del Banco Provincia y de los ministerios afines analiza solicitudes para declarar el estado de “desastre” en veintiún distritos, mientras que otros dos serían declarados en “emergencia” y otros siete están en una situación aún no encuadrada.

Scioli explicó que el encuentro con Carbap se concretó “para darle a nuestros productores en situación de emergencia la ayuda necesaria” y agregó que se está atendiendo la problemática de la sequía y la plaga de la tucura. “Estamos trabajando codo a codo con productores, intendentes y con el gobierno nacional para colaborar con el sector rural que es el más afectado por la falta de lluvias”, destacó el gobernador bonaerense. Scioli viene marcando diferencias con el gobierno nacional en su relación con la dirigencia agraria, cubriéndose frente a las amenazas de nuevas medidas de fuerza rurales a partir de marzo.

Cuando a Massa se le preguntó si habrá nuevas medidas para atender el problema de la sequía, respondió que “la Presidenta ya hizo anuncios y ahora lo que corresponde es que cada una de las áreas” lleve adelante la ayuda comprometida. “Con cada una de las provincias vamos articulando de acuerdo a las necesidades. Es un tema que nos ocupa y obviamente nos preocupa y que, por sobre todas las cosas, nos tiene que tener al lado de los productores y poniendo todas las herramientas que tiene el Estado para ir resolviendo estas situaciones que están a la mano de Dios”, añadió.