El mayor fabricante europeo de automóviles, Volkswagen, el constructor de automóviles deportivos BMW y el de vehículos utilitarios MAN anunciaron ayer en Alemania que recortarán la producción en sus plantas, ante la caída de la demanda generada por la crisis económica. Con esas medidas restrictivas, uno de los sectores más vulnerados por el derrumbe económico que se inició con la caída de las hipotecas estadounidense intenta preservarse.

Otras terminales optaron por capear el temporal fusionándose con sus otroras competidoras. Es el caso de Fiat, que está intentando quedarse con más del 35 por ciento de Chrysler, la segunda terminal automotriz de los Estados Unidos, uno de los países en los que la industria resultó más afectada.

En Volkswagen, la medida afectará “a dos terceras partes” de los 92.000 empleados en Alemania, y a fines de febrero habrá cuatro días de producción con jornadas laborales reducidas, según indicó un vocero de la automotriz en Wolfsburgo. De acuerdo con cálculos previos, Volkswagen prevé una caída de sus ventas del orden de un diez por ciento para este año, que se añadirá al retroceso que ya tuvo en 2008.

En una medida de tono similar, BMW recortará la producción durante dos meses en cuatro plantas en Alemania y estudia solicitar un aval al Estado para poder refinanciar créditos automotores. El nuevo responsable de recursos humanos de la automotriz germana, Harold Krüger, comunicó que varios turnos de producción serán cancelados durante febrero y marzo, afectando a 26.000 empleados, y detalló que en total se fabricarán 38.000 unidades menos de las planeadas inicialmente.

Un camino similar adoptó la fabricante de vehículos industriales Man, que anunció una reducción de su producción en tres plantas debido al retroceso en las ventas, lo que compromete la situación laboral de 9400 empleados.