ECONOMíA › LA ENTIDAD RURAL PROPONE NO COMERCIALIZAR GRANOS DEL 15 AL 20 DE FEBRERO

Federación Agraria votó por el lockout

La protesta prevé también la presencia de los productores en las rutas, pero prometen que no habrá cortes. Además, sugieren realizar un acto en la localidad cordobesa de Leones. La decisión final la tomará la Comisión de Enlace el jueves.

 Por Fernando Krakowiak

Federación Agraria resolvió ayer retomar las protestas contra la política agropecuaria oficial. La semana próxima le propondrá al resto de las entidades que integran la Comisión de Enlace iniciar un “plan de acción gradual” que contempla como primera medida la realización de un cese de comercialización de granos del 15 al 20 de febrero, con presencia al costado de las rutas, pero sin cortes. La intención es exceptuar del lockout a la ganadería, una de las actividades más afectadas por la sequía. Además, van a sugerir la realización de un acto el viernes 20 en la localidad cordobesa de Leones, donde se realiza la Fiesta Nacional del Trigo. “De este modo se podría señalar que el fracaso de la política triguera es un ejemplo de todo lo malo que han hecho los Kirchner en materia agropecuaria”, señaló ayer el presidente de la entidad, Eduardo Buzzi. El miércoles, Sociedad Rural y Confederaciones Rurales Argentinas debatirán internamente qué hacer y al día siguiente la Comisión de Enlace tendrá la última palabra sobre la decisión de “el campo”.

El anuncio de Federación Agraria estaba cantado porque a los históricos reclamos de la entidad se les sumó en los últimos días el malestar por la decisión oficial de quitarles el manejo de las cartas de porte, medida que afectó el financiamiento de la organización y puso a sus directivos en pie de guerra. La propuesta de no comercializar granos durante cinco días, movilizarse a la vera de las rutas y convocar a un acto masivo en Córdoba expresa ese malestar y fue legitimada no sólo por el Consejo Directivo Central, sino también por veintitrés asambleas que se realizaron durante enero en Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. Sin embargo, Buzzi dejó entrever que la propuesta podría haber expresado incluso un mayor ánimo de confrontación. “Hemos tenido especial cuidado en no dinamitar puentes de diálogo”, remarcó ayer.

El dirigente rural también buscó dejar en claro que la reciente declaración de la emergencia agropecuaria nacional no alcanzó para calmar los ánimos. “Las autoridades nacionales saben que con la sequía no empiezan los problemas sino que se agravaron los que ya existían. Por lo tanto, con la declaración de la emergencia no alcanza”, sostuvo. Luego volvió a pedir una rebaja en las retenciones y subsidios para tamberos y ganaderos.

Las quejas de los productores ya son parte del paisaje rural. El año pasado llevaron adelante la mayor protesta de su historia debido a la suba de las retenciones, pese a que la cotización internacional de los granos estaba por las nubes y acumulaban ya seis años de ganancias extraordinarias. Por lo tanto, ahora que los precios bajaron y la sequía afectó el rendimiento de sus cosechas y el precio de la hacienda, la reacción era más esperable aún.

El principal reclamo sigue siendo contra las retenciones. El año pasado los medianos y grandes productores que estaban ganando fortunas con la soja se escudaron en la situación de los pequeños chacareros de las zonas marginales para pedir la eliminación de la Resolución 125. En esta ocasión, son las fotos de las vacas muertas por la sequía las que utilizan para reclamar la suspensión de las retenciones, pese a que los ganaderos que vieron morir sus animales se beneficiarían más con subsidios, exenciones impositivas y créditos a tasa baja que con la eliminación de las retenciones a la soja.

Al igual que el año pasado, el malestar es compartido por las cuatro entidades, pero no todas ven la protesta rutera como la mejor alternativa. Este es un año electoral y muchos dirigentes creen que ahora los partidos políticos opositores son el camino a seguir para debilitar al kirchnerismo. No descartan el lockout, pero no quieren que se radicalice como ocurrió el año pasado. Apuestan a mantener el reclamo en la agenda pública con acciones puntuales que luego puedan ser capitalizadas electoralmente.

Otros sectores, en cambio, consideran que octubre todavía está lejos y se sienten más protagonistas en la ruta. Por lo tanto, presionan para recrear un escenario similar al del primer semestre del año pasado. Ellos son los que agitan el fantasma de “las bases” que amenazan con pasar por encima de la dirigencia. En marzo del año pasado se pudo ver que en algunas regiones los productores efectivamente fueron más allá de lo que proponían sus dirigentes, pero cuando en octubre Federación Agraria impulsó un segundo lockout, convalidado por la Comisión de Enlace, también se dijo que la presión de “las bases” era insostenible y luego las cámaras de televisión se vieron forzadas a hacer planos cortos para que no se notaran las rutas semivacías. Habrá que esperar a fines de febrero para ver qué ocurre esta vez.

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“Hemos tenido especial cuidado en no dinamitar puentes de diálogo”, remarcó llamativamente Buzzi.
Imagen: Sebastián Granata
 
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