ECONOMíA › CONTINúA ABIERTA LA NEGOCIACIóN PARA IMPLEMENTAR LAS MEDIDAS ACORDADAS POR LA UNIóN EUROPEA

Después de la euforia llegaron las dudas

El anuncio del jueves a la madrugada pareció forzado por la necesidad de emitir un gesto de unidad y ganar tiempo hasta que se precise el contenido del paquete de medidas. El diálogo con los bancos sigue siendo el punto más conflictivo.

Los líderes europeos anunciaron en la madrugada del jueves un acuerdo para superar la crisis de la deuda que incluye la capitalización de la banca, la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y una quita del 50 por ciento de la deuda que Grecia mantiene con sus acreedores privados. Sin embargo, la negociación continúa abierta porque todavía no está definido cómo se implementarán esas medidas. El anuncio pareció forzado por la necesidad de emitir un gesto de unidad y ganar tiempo hasta que se precise el contenido del paquete de medidas.

El punto central fue el acuerdo que se alcanzó con los bancos para que acepten un intercambio voluntario de bonos con un descuento del valor nominal del 50 por ciento. La deuda asciende a 350.000 millones de euros. Unos 210.000 millones están en manos de los inversores privados y el resto en cabeza del sector público (Banco Central Europeo, préstamos de los países europeos y del Fondo Monetario Internacional). Por lo tanto, una quita del 50 por ciento equivaldría a más de 100.000 millones, siempre que el ciento por ciento de los acreedores acepten las condiciones. En caso de que ello suceda, el pasivo se reduciría al 120 por ciento del producto bruto en 2020, pero la negociación recién comienza. Charles Dallara, director ejecutivo del Instituto Internacional de Finanzas, entidad que agrupa a los bancos más importantes del mundo, el jueves lo dejó en claro. “El IIF está de acuerdo en trabajar con Grecia, las autoridades de la Zona Euro y del FMI, en alcanzar un acuerdo voluntario sobre una base firme de un descuento del 50 por ciento del valor nominal de la deuda griega”.

Uno de los puntos que también está en juego es la reacción de las tres grandes calificadoras de riesgo. Ayer Fitch emitió un comunicado donde aseguró que luego de la renegociación Grecia podría subir la nota de CCC a “B o menos”, dependiendo de la participación de los acreedores. Desde julio, la nota de Fitch de Grecia es “CCC”, cuatro escalones por encima de “D”, o bancarrota; y antes de julio, era de “B+”. “Basados en un análisis preliminar, creemos que esta reducción en la deuda implica un porcentaje de participación del 85 por ciento sobre un estimado de 210.000 millones de euros de holdings privados de los bonos del gobierno griego”, afirmó Fitch.

Otro de los puntos que resta acordar es de dónde saldrá el dinero para ampliar el FEEF de 440.000 a un billón de euros y de qué manera se lo utilizará. Una vez descartada la participación del BCE, el plan es ampliar su efectividad por una doble vía: una consistiría en asegurar parte de la deuda de las nuevas emisiones. La otra vía es la creación de sociedades para vehiculizar la inversión destinada a ayudas puntuales. Estas sociedades se crearían con fondos del FEEF y acudirían al mercado en busca de nuevos recursos, fundamentalmente de China, Japón y Rusia. Europa ya empezó a negociar con China para convencerla de las bondades del FEEF.

El presidente del FEEF, Klaus Regling, buscó ayer en Beijing fortalecer el mecanismo de rescate sumando a la principal potencia emergente. Tras el acuerdo logrado en la última cumbre de la Unión Europea, el gobierno chino se manifestó cauteloso y Regling no se pudo llevar de las autoridades chinas un compromiso en firme. No obstante, la viceministra de Asuntos Exteriores china, Fu Ying, remarcó los “resultados positivos” surgidos de la cumbre y señaló que devolverá la confianza. Europa realiza “avances en la solución de sus problemas”, elogió la funcionaria, quien prometió: “Estaremos juntos en esta fase difícil”. Pero antes de realizar inversiones nuevas en un fondo de rescate ampliado, China quiere esperar a conocer los detalles técnicos de los mecanismos previstos, dijo del viceministro de Finanzas Zhu Guangyao, en la misma rueda de prensa.

Tras sus conversaciones con los representantes del Banco Central y el Ministerio de Finanzas chinos, Regling dijo ante la prensa que no tenía “resultados concretos”, pero aclaró que su breve pero largamente planeada visita fue “muy útil”. El político señaló que “no hubo negociaciones”, con lo cual no se pueden llegar a resultados. China tiene las mayores reservas de divisas del mundo (un total de 3,2 billones de dólares), de las cuales se estima que una cuarta parte están en euros.

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Grecia vivió ayer otra jornada de protestas por el ajuste fiscal que se está implementando.
Imagen: EFE
 
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