ECONOMíA › EL ORGANISMO PROPONE AUMENTAR LA EDAD JUBILATORIA, BAJAR LOS HABERES Y SUBIR LOS APORTES

El FMI ya no está, pero sigue asustando

Al Fondo Monetario le preocupa el aumento de la expectativa de vida a nivel mundial por su impacto fiscal en los sistemas previsionales. La solución que ofrece hace recaer todos los costos en los trabajadores. Dura respuesta del titular de la Anses.

 Por Tomás Lukin

El Fondo Monetario Internacional está preocupado por el riesgo de la prolongación en la expectativa de vida sobre los sistemas jubilatorios. Para hacer frente a los desafíos de la longevidad, el FMI propone reducir los haberes, subir la edad jubilatoria y aumentar los aportes que realizan los trabajadores. Adicionalmente propone soluciones de mercado para aliviar la carga sobre los sistemas públicos y privados a través del sistema financiero mediante mercados no regulados, los mismos que jugaron un rol central en el estallido de la crisis. Las reformas recomendadas por el Fondo son coherentes con las políticas de ajuste fiscal y flexibilización laboral que reclama activamente a distintos países. Sin embargo, las distintas experiencias históricas, como la argentina, evidencian las graves consecuencias de esas medidas sobre la sostenibilidad de los sistemas previsionales y la profundización de las inequidades distributivas existentes.

El FMI dedicó un capítulo de su Informe de Estabilidad Financiera Global a analizar la magnitud del “riesgo” de que la gente viva más de lo esperado. “Estamos de acuerdo que vivir más es algo bueno, pero conlleva un riesgo financiero importante”, sostuvo ayer José Viñals, director del Departamento de Mercado de Capitales del organismo. La preocupación del Fondo no es novedosa y la pregunta por el largo plazo está presente en la agenda de la mayoría de los responsables de los sistemas jubilatorios: a medida que se prolonga la expectativa de vida, la gente cobra por más tiempo sus pensiones y se corre el riesgo de quedarse sin recursos para las generaciones futuras. Esas potenciales dificultades se conjugan con problemas del presente como el desempleo y la recesión.

Las recetas que ofrece el FMI para hacer frente a esos desafíos son tres y apuntan a garantizar exclusivamente la sustentabilidad fiscal, ignorando las consecuencias distributivas de las medias. Las propuestas son: elevar la edad de retiro vinculándola automáticamente a los cambios en la esperanza de vida, incrementar los aportes de los trabajadores y reducir las pensiones. Esta última opción, reconoce el documento, es la más difícil de aplicar por sus “implicancias políticas”.

Asimismo, recomienda que los fondos de pensión públicos y privados recurran a los mercados para transferir esos riesgos y costos a través de la emisión de distintos instrumentos financieros “a quienes tienen mayor capacidad de gestionarlos”. Para los analistas del FMI esas capacidades residen en los hedge funds, reaseguradoras y otros agentes del mercado, los mismos que están en el epicentro de la crisis financiera. A su vez, el organismo señala que esos activos deberán negociarse en los mercados OTC, cuyas operaciones se realizan por fuera del marco regulatorio. “Demorar la implementación de estas medidas solamente aumentará los riesgos sobre la estabilidad financiera y fiscal y forzará a tomar medidas más duras en el futuro”, sostiene el documento.

“No aprendieron nada, proponer ajustes en las prestaciones y aumentar la edad jubilatoria es aplicar una receta neoliberal fracasada que privilegia solamente a los acreedores privados y al sistema financiero. Néstor Kirchner tomó una decisión fundamental al cancelar la deuda con el FMI y sacarse de encima sus condicionalidades”, indicó a Página/12 el director ejecutivo de la Anses, Diego Bossio. El funcionario no descarta que algunos países requieran reformas de sus sistemas previsionales, pero rechaza la receta única de primacía del mercado, reducción de las prestaciones y aumento de la edad de retiro.

“La solución al envejecimiento de la población no es bajar las pensiones ni privatizar los sistemas, esas políticas preservan las inequidades existentes. El fortalecimiento del Estado, el crecimiento económico, el empleo registrado son las mejores recetas para asegurar la sustentabilidad de las jubilaciones y mejorar la calidad de vida de la población. En todo caso las reformas que deben pensar algunas economías están vinculadas a la progresividad del sistema tributario y no al aumento de los aportes que hacen los trabajadores”, arremetió el titular de Anses.

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El FMI sugiere aumentar un año la edad jubilatoria por cada año que sube la expectativa de vida.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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