ECONOMíA › PESE AL ENTUSIASMO OFICIAL, LA RECUPERACION SIGUE DEBIL

Dónde estás que no te puedo hallar

Por segundo mes consecutivo, cayó el índice de producción industrial. En Economía dicen que la metodología del Indec está desactualizada.

Aunque Roberto Lavagna sigue publicitando la idea de que la reactivación se está consolidando, en mayo la producción industrial cayó por segundo mes consecutivo con relación al mes anterior. Según los datos del Indec, el EMI (Estimador Mensual Industrial) bajó, en términos desestacionalizados, 1,1 por ciento en mayo contra abril, y ese mes ya había retrocedido 1 por ciento con relación a marzo.
En la comparación interanual, la producción industrial sigue mostrando índices de crecimiento elevadísimos, aunque en desaceleración. En mayo último, en relación con el mismo mes del año pasado, la suba fue del 15,3 por ciento; en abril, siempre contra igual mes del año anterior, del 20 por ciento; y en marzo del 21,4 por ciento. Sin embargo, esa comparación esconde una trampa: toma como base los despreciables niveles de actividad de los primeros meses post-devaluación y de aplicación del corralito, cuando la crisis golpeaba con mayor intensidad. Por eso, cualquier mejora de la actividad industrial medida desde el fondo del pozo luce exagerada.
Teniendo en cuenta lo anterior, los expertos consideran que la mejor manera de monitorear la salud de la recuperación económica es mirando un “indicador de tendencia”, que mida las variaciones de la producción en relación con el mes anterior, excluyendo los factores estacionales que influyen en la actividad de un mes a otro. Ese indicador venía creciendo desde agosto del año pasado. Y, según los especialistas, tres trimestres consecutivos de incremento serían prueba suficiente para dar por finalizada la recesión en el sector industrial. Sin embargo, en abril el “índice desestacionalizado” se dio vuelta, y la caída se repitió el mes pasado.
Una interpretación que circula en el Ministerio de Economía en defensa de la continuidad de la reactivación sostiene que los índices desestacionalizados del Indec están mal confeccionados, porque no contemplarían el cambio estructural que hubo en la actividad productiva a partir de la crisis post-devaluación. Así, siempre según los técnicos lavagnistas, mientras no haya una actualización metodológica de los “factores de desestacionalización” por parte del Indec, no habría que prestarle demasiada atención a estos resultados.
Pero lo cierto es que la desaceleración en la recuperación también se percibe en los indicadores de producción, con estacionalidad. Sea como fuere, es evidente que las cifras de mayo abren, por lo menos, un signo de interrogación sobre la reactivación, que el Gobierno dice querer cuidar ante el FMI como la joya más preciada.
Desde el punto de vista sectorial, en los primeros cinco meses del 2003, las ramas que más crecieron fueron tejidos, hilados de algodón y productos metalmecánicos excluidos automotores. Según el Indec, la mayor actividad en estos rubros “se fundamenta en una firme recuperación de las colocaciones internas, en un marco de sustitución de importaciones”. “Otros sectores que muestran un muy buen desempeño con respecto al año pasado y que concentran las ventas mayoritariamente en el mercado interno son las fabricaciones de cemento y otros materiales para la construcción, y la producción de agroquímicos”, agrega el informe.
En cambio, cuatro ramas industriales experimentaron caídas en los niveles de actividad: la industria láctea, fibras sintéticas y artificiales, carnes blancas y carnes rojas.
El propio informe del Indec advierte sobre “algunas dificultades que entorpecen el desenvolvimiento de la recuperación”. “Por un lado, la escasez crediticia origina serios problemas de financiamiento que limitan la posibilidad de incrementar los niveles de producción de ciertas ramas industriales. Por otra parte, la desaceleración de la actividad industrial en Brasil no sólo dificulta las exportaciones dirigidas al país vecino sino que, además, alienta una mayor colocación de productos brasileños en el mercado local”, explica el organismo oficial.
De acuerdo con la encuesta cualitativa que releva el Indec entre empresarios, el 62,3 por ciento de las empresas prevé un ritmo estable enla demanda interna, mientras que el 24,6 por ciento anticipa una suba y el 13,1 por ciento estima que caerá.

Compartir: 

Twitter

El EMI bajó en mayo 1,1 por ciento con relación a abril, cuando ya había caído contra marzo.
 
ECONOMíA
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.