ECONOMíA › QUé POSICIóN FIJARON LOS PRINCIPALES PAíSES PARTICIPANTES DE LA úLTIMA CONFERENCIA NUCLEAR

La energía atómica en el mapa mundial

En la reciente cumbre de San Petersburgo, las naciones debatieron el futuro de la energía nuclear. Alemania y Austria criticaron su expansión, pero Estados Unidos, Canadá, Francia, China, Rusia, India, Corea, Brasil y Argentina ratificaron sus planes.

 Por Fernando Krakowiak

El Gobierno confirmó a fines de junio la decisión de avanzar en la construcción de dos nuevas centrales nucleares. “En el último trimestre procederemos a licitarlas”, afirmó el ministro de Planificación, Julio De Vido, durante su intervención en la Conferencia Internacional de Energía Nuclear que se realizó en San Petersburgo. La apuesta oficial es elevar el aporte atómico en la matriz energética hasta el 18 por ciento en los próximos años. El Parlamento respaldó el plan en 2009 al declarar de interés nacional la extensión de la vida útil de Embalse y la puesta en marcha de una cuarta central. En la vereda opuesta se ubican las organizaciones ambientalistas que advierten sobre los riesgos que supone la actividad y aseguran que Argentina va contra la corriente porque luego del accidente de Fuku-shima en marzo de 2011, los planes de expansión atómica a nivel mundial se frenaron. Página/12 participó de la cumbre de San Petersburgo y detalla la posición oficial que fijaron los principales países sobre la energía nuclear luego de la tragedia de Japón.

- Estados Unidos. El subsecretario de Energía estadounidense, Daniel Poneman, realizó una encendida defensa de la actividad nuclear. “Aun cuando esperamos un mundo sin armas nucleares, podemos abrazar los increíbles beneficios que la tecnología nuclear ha traído a nuestras vidas. Desde mantener la comida segura hasta prevenir enfermedades, proveer medicinas de alta tecnología que puedan diagnosticar, tratar y encontrar nuevas curas para el cáncer y proporcionar una fuente estable de energía para generaciones futuras que no contamine con dióxido de carbono”, aseguró. En lo que respecta específicamente a Estados Unidos, el funcionario sostuvo que “la energía nuclear contribuyó de manera confiable y económica con casi el 20 por ciento de nuestra generación eléctrica por más de dos décadas y se mantiene como la principal fuente de generación de energía eléctrica que no emite gases de efecto invernadero, con más del 60 por ciento”. Por último, sostuvo que seguirán invirtiendo en el sector: “Estamos trabajando para revitalizar nuestra industria nuclear y desarrollar una nueva generación de plantas nucleares limpias y seguras”.

- Alemania. Gerald Hennenhöfer, ministro de Medio Ambiente, ratificó que cerrarán sus centrales nucleares de potencia en 2022, pero advirtió que seguirán vinculados a la actividad. “En cuanto al uso de tecnología nuclear en medicina, industria e investigación, continuaremos trabajando para mantener una posición de liderazgo. Componentes innovadores de alta tecnología y materiales para aplicaciones nucleares son desarrollados y producidos en Alemania. Además, tenemos uno de los más grandes y modernos reactores de investigación. Todos estos campos no están afectados por la decisión de abandonar gradualmente la energía nuclear”, remarcó. A su vez, declaró que por más que tengan previsto desmantelar sus centrales, deberán ocuparse del tratamiento de la basura nuclear y seguirán estando involucrados en la cooperación internacional para mejorar la seguridad de las plantas atómicas alrededor del mundo, porque cualquier accidente en este sector no afectará sólo al país que lo haya protagonizado.

- Canadá. Es uno de los países más activos en el diseño, fabricación y operación de reactores nucleares y el segundo productor mundial de uranio. John Sloan, embajador en Rusia, informó que recientemente renovaron un reactor en la central Point Lepreau de New Brunswick y otros dos en la central de Bruce Power, en Ontario, donde ahora funcionan ocho unidades. A su vez, agregó que prevén renovar otros diez reactores en Ontario y construir dos nuevos. Por su parte, dijo que la empresa canadiense Candú Energy está involucrada en la extensión de la vida útil de la central argentina de Embalse y en otros negocios en China y Reino Unido. En lo que refiere a la seguridad, el embajador sostuvo que las firmas canadienses cumplieron con las acciones de corto plazo previstas en el Plan de Acción de Seguridad Nuclear de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) e implementaron 18 de las 36 acciones de largo plazo, teniendo previsto avanzar con las restantes antes de diciembre de 2014.

- Austria. Es uno de los países que rechaza con más fuerza el uso de la energía nuclear, aun antes de Fukushima. Su ministro de Asuntos Exteriores, Goerg Oberreiter, reafirmó esa postura con un duro discurso donde cuestionó a los que pregonan la expansión de esta fuente de energía. “Un establecimiento nuclear que se pone en marcha hoy tendrá que funcionar por unos 60 años para generarle un retorno a la inversión realizada, aun así los desechos peligrosos que genere permanecerán por milenios sin solución. A su vez, los costos del desmantelamiento de plantas nucleares se estiman en alrededor de un billón de euros por cada gigawatt instalado. ¿Cómo podemos decir entonces sin dudarlo que desde el punto de vista financiero esto constituye una inversión rentable?”, aseguró. Luego fue más allá y cuestionó el poder de la AIEA para garantizar la seguridad. “¿Podemos poner las manos en el fuego por la seguridad por períodos de tiempo extendidos o prácticamente ilimitados? ¿Cómo podemos asegurar que el ciclo de combustible nuclear no sea usado para propósitos militares? Estas son preguntas que la AIEA ha tratado de responder durante más de 50 años. Sin embargo, carece de la autoridad para actuar en estos campos. Desde nuestro punto de vista, sólo la completa multilateralización del ciclo de combustible nuclear sería capaz de crear la suficiente confianza en estándares de seguridad y no proliferación”, concluyó.

- Francia. “Confiamos en la energía nuclear para asegurar nuestra independencia energética, ayudar a proteger el medio ambiente a través de la reducción de gases de efecto invernadero y beneficiarnos de una fuente de energía competitiva”, aseguró Bernard Bigot, administrador general de la Comisión de Energía Atómica francesa. Este país tiene cerca del 75 por ciento de su matriz energética dependiente de la actividad nuclear y si bien prevé reducirla al 50 por ciento en las próximas décadas, seguirá siendo su principal fuente de energía. El discurso del funcionario estuvo focalizado en seguridad que deben respetar los países para continuar con la expansión nuclear luego de Fukushima. En ese sentido, remarcó que es fundamental implementar revisiones entre pares para aumentar la transparencia, fortalecer la coordinación frente a eventuales accidentes y adherir a un sistema de responsabilidad civil por daños nucleares.

- China. Luego del desastre de Fukushima, esta potencia asiática puso en revisión la construcción de nuevas centrales, pero en octubre del año pasado aprobó un nuevo Plan de Seguridad Nuclear y en noviembre reactivó sus proyectos. El secretario general de la Autoridad de Energía Atómica de China, Wang Yiren, informó que en la actualidad tienen 17 reactores operando y 28 en construcción.

- Rusia. Es una de las naciones más activas en el escenario nuclear y reafirmó ese compromiso durante la conferencia de la AIEA. A través de la corporación estatal Rosatom administra 33 reactores nucleares en Rusia y además está construyendo otros nueve en ese país y 19 en el exterior, destacándose sus proyectos en China, India, Bielorrusia, Turquía, Armenia, Vietnam y Bangladesh. Su intención es tratar de expandirse también en América latina.

- Japón. Isshu Sugawara, ministro de Economía, destacó que su gobierno continúa con el desmantelamiento de la planta nuclear afectada por el terremoto y el tsunami en 2011 y detalló los avances en materia de seguridad desde que ocurrió la tragedia. A su vez, sostuvo que la decisión que tomó la administración anterior de terminar con el uso de las plantas nucleares en 2030 será revisada y una nueva política energética de mediano y largo plazo será formulada antes de fin de año.

- India. Tiene 20 centrales en funcionamiento. Después de lo ocurrido en Fukushima puso su plan nuclear en revisión, pero luego de mejorar las medidas de seguridad relanzó el programa y recientemente acaba de concluir la controvertida central de Kudamkulam. “La energía nuclear seguirá siendo un elemento esencial y cada vez más importante de nuestra matriz energética”, aseguró en la cumbre de AIEA Ratan Kumar Sinha, director de la Comisión de Energía Atómica de ese país.

- Corea del Sur. El viceministro de Ciencia, Sangmok Lee, aseguró que “el gobierno coreano está activamente invirtiendo y apoyando el uso pacífico de la energía nuclear como fuente sustentable y segura”. El funcionario detalló que su país comenzó con la operación de su planta nuclear KORI 1 en 1978 y que en la actualidad posee 23 plantas nucleares en funcionamiento que dan cuenta del 30 por ciento de la generación de electricidad doméstica. Además, aseguró que están planeando construir once centrales nucleares adicionales para el 2024 y un reactor de investigación de 20 megavatios destinado a la producción de radioisótopos médicos. Por último, sostuvo que después de Fukushima el país creó una Comisión de Seguridad Nuclear para mejorar los controles y elevó los estándares de seguridad.

- Brasil. Cerca del tres por ciento de la electricidad que consume Brasil es provista por dos plantas nucleares. Además, el gobierno está construyendo una tercera que prevé operar en 2018. “Además de representar un importante aporte al consumo de electricidad, la energía nuclear continuará teniendo aplicaciones significativas en la medicina, la agricultura, la industria y la investigación científica. Las preocupaciones legítimas relacionadas con la posibilidad de atentados contra instalaciones nucleares no pueden ser utilizadas para cercenar el derecho legítimo de los Estados a desarrollar investigación, producción y uso de la energía nuclear con fines pacíficos”, aseguró el presidente de la estatal Electronuclear, Othon Luiz Pinheiro da Silva. A su vez, el funcionario remarcó que Brasil reforzó las medidas de seguridad a través de la implementación de un plan que demandará 250 millones de dólares entre 2011 y 2015.

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Luego de finalizar Atucha II, Argentina busca construir otras dos centrales nucleares.
Imagen: Luciana Granovsky
 
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