ECONOMíA › CULMINO LA REUNION DE MANDATARIOS DEL G-20 EN RUSIA. ARGENTINA EVALUO COMO POSITIVO EL DOCUMENTO FINAL

“Fue la más intensa de todas las cumbres”

Así definió Cristina Fernández de Kirchner al octavo encuentro de presidentes de los países del G-20 desde el estallido de la crisis internacional en 2008. Uno de los avances fue la definición de “guaridas” en lugar de “paraísos” fiscales.

 Por David Cufré

Desde San Petersburgo

La foto protocolar de todos los presidentes de los países del G-20 junto a las máximas autoridades de organismos multilaterales.
Imagen: DyN.

“Fue el G-20 más intenso que se haya vivido hasta ahora”, definió Cristina Fernández de Kirchner, echando mano a su experiencia como uno de los pocos presidentes que sigue en funciones desde fines de 2008, cuando se convocó al grupo por primera vez. La mayoría de los demás gobiernos cambió de signo político por el peso de la crisis global que causó el terremoto de las subprime. “Nos sentimos muy reflejados con el diagnóstico que se hizo esta vez. Hemos avanzado mucho. El documento final tiene cambios sustanciales respecto de otras etapas del G20”, agregó. Los puntos salientes que causaron satisfacción en el gobierno argentino fueron la declaración en contra de la flexibilización laboral como herramienta para combatir el desempleo, la inclusión de la expresión “guaridas fiscales” en lugar de lo que antes se llamaba “paraísos fiscales”, el énfasis en promover medidas de estímulo a la producción y a la inversión, y el reconocimiento de que la desregulación financiera causó la crisis más grave y más larga de la historia moderna. “Me acuerdo de cuando en el 2009 pataleábamos con Lula para que no se pusiera el término ‘flexibilización laboral’ en las conclusiones del G-20. Hemos avanzado en forma impresionante”, celebró CFK.

El otro motivo por el cual la Presidenta dijo que fue el G-20 más intenso de los ocho que van hasta ahora, contando el que terminó ayer en esta ciudad, fue el debate cara a cara respecto de la crisis en Siria, durante el cual hubo un rechazo mayoritario a una intervención militar. Barack Obama acumuló un fuerte desgaste político internacional ya antes de lanzarse a esa aventura (ver aparte). Tanto en este tema como en la cuestión económica se consolidó el accionar de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de un grupo de países aliados, entre ellos la Argentina, haciendo causa común. “El saldo es muy positivo”, insistió Cristina Kirchner, quien hoy ya estará en Buenos Aires.

La Presidenta hizo su evaluación durante una larga conferencia de prensa con todos los medios argentinos que llegaron a San Petersburgo. Desde lo comunicacional, fue un cambio respecto de lo que venía ocurriendo los tres últimos años en el G-20, cuando la jefa de Estado delegaba esa tarea en sus funcionarios. El contacto personal con la mandataria permitió obtener definiciones más precisas sobre cómo analiza el Gobierno la economía y la política internacional. La jefa de Estado se mostró amable y dispuesta a contestar todas las preguntas. En lo que refiere a economía, detalló los puntos que siguen:

- Flexibilización. La quita de derechos a los trabajadores o la concesión de libertades excesivas a las empresas para manejar su relación con la fuerza laboral, fue uno de los pilares de la política económica de las últimas dos décadas. Los trabajadores argentinos y de otros países emergentes la padecieron con mayor crudeza, en contextos económicos siempre más complicados. Con el estallido de la crisis internacional en 2008, el concepto se puso en discusión. Sin embargo, en los primeros años de reuniones del grupo todavía había quienes impulsaban con énfasis esa receta para responder a la explosión de desempleo que empezaba a producirse en distintas partes del mundo. En 2009, recordó Cristina Fernández, el G-20 de Londres quiso recomendar en sus conclusiones la flexibilización laboral como camino. “Con Lula tuvimos que decir que si se ponía eso, nosotros no firmábamos el documento, que lo íbamos a denunciar en conferencia de prensa y nos íbamos a ir. Hoy vemos que en este G-20 no sólo no se lo recomienda, sino que figura expresamente un no a la flexibilización”, valoró.

- Guaridas fiscales. La declaración final de los jefes de Estado en esta ciudad incluye una condena a las “guaridas fiscales”, antes llamadas paraísos fiscales. “Luchamos mucho para que las cosas se digan como son”, señaló la Presidenta, quien computó como un éxito argentino, entre otros países, la precisión semántica. De todos modos, CFK admitió que todavía faltan largas instancias por recorrer, porque “hay una declaración de condena, pero no se toman medidas concretas para combatirlos”. “Tenemos que seguir insistiendo”, reconoció. Varias de las guaridas fiscales tienen detrás a la banca estadounidense e inglesa, que siguen mostrando resistencia para reprimir su funcionamiento, y a grandes capitales de todo el mundo como beneficiarios de la evasión de impuestos y el lavado de dinero que involucran. “Yo ni siquiera les digo guaridas fiscales, para mí son guaridas piratas, y así las mencioné ante los presidentes”, desafió Cristina.

- Producción, inversión y empleo. El documento del G-20 hace hincapié en que los países deben apuntar a desarrollar economías inclusivas, que generen empleo, mediante el desarrollo de la producción, la inversión y la promoción de medidas que mejoren la capacitación laboral, sobre todo de los jóvenes. Es decir, de a poco se va cambiando la lógica del modelo de valorización financiera que llevó a la crisis actual, aunque sea desde lo discursivo.

- Desregulación financiera. Si bien el documento no avanza en la sugerencia de medidas concretas, el G-20 vuelve a reconocer que el libre movimiento de capitales tiene efectos desestabilizadores para las economías. CFK comentó que la titular del FMI, Christine Lagarde, que expuso en la primera sesión plenaria, admitió su preocupación por lo que está ocurriendo en varios países emergentes. Están sufriendo una salida abrupta de divisas ante el probable retiro de estímulos monetarios en Estados Unidos, lo cual atrae capitales hacia ese país. “Esto abona nuestra teoría de que no se puede depender de los circuitos de financiamiento internacional”, juzgó la Presidenta. En este momento en la Argentina hay un debate con sectores de la oposición que proponen que el país vuelva a colocar deuda en los mercados voluntarios.

- Fondos buitre. “Agradecimos a Francia su intervención como amicus curiae ante la Justicia de Estados Unidos en favor nuestro en la pelea con los fondos buitre. Y François Hollande lo hizo no por su proverbial amistad con la Argentina, sino porque comprende que si no se les pone un freno a los fondos especulativos no habrá más reestructuraciones de deuda”, señaló Cristina al contar una de sus intervenciones ante el plenario de presidentes. “Pero tenemos que hacer más, porque si la ganancia financiera sigue siendo mayor a la ganancia productiva, es obvio adónde van a ir los capitales. Si el 0,45 por ciento de los bonistas que rechazaron la reestructuración de deuda obtienen una ganancia del 1300 por ciento, es muy difícil convencer a alguien que tiene dinero que lo ponga en una fábrica en lugar de hacer como los buitres”, explicó.

- Economía mundial. “Muchos presidentes y la titular del FMI coincidieron en que el escenario mundial sigue siendo quebradizo. Todavía estamos como en un serrucho. Todos dijeron que los mayores peligros para el euro quedaron atrás, pero aún existe una volatilidad que hay que enfrentar, poniendo todo el énfasis en el crecimiento de las economías”, completó la Presidenta.

Como ocurre habitualmente, el último punto de la declaración del G-20 revela cuál será el destino de la próxima cumbre del grupo. La elección recayó en Australia, y el cónclave tendrá lugar en noviembre del año que viene en la ciudad de Brisbane.

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