ECONOMíA › SE FIRMO EL ACUERDO TRANSITORIO GOBIERNO-AGUAS ARGENTINAS

Vale tanto como un voto en el FMI

Néstor Kirchner como el vicecanciller francés, Renaud Muselier, vincularon la rúbrica del acuerdo hasta fin de año a las negociaciones de Argentina con el FMI. Se congelan tarifas y definen inversiones.

 Por David Cufré

El acuerdo que el Gobierno firmó ayer con Aguas Argentinas fue considerado por Néstor Kirchner como “un ejemplo” que debe seguir el resto de las privatizadas. “Dios quiera que entiendan que éste es el camino. Queremos encontrar respuestas superadoras, queremos renegociar los contratos, pero no de cualquier manera y éste es el camino que hemos abierto con ustedes”, dijo el Presidente durante el acto en la Casa Rosada donde se suscribió el convenio con la concesionaria. El acuerdo suspende el pago de multas por más de 10 millones de pesos que habían recaído sobre la empresa, ordena a la compañía realizar obras atrasadas desde 2001 por 242,8 millones de pesos, deja que la operadora continúe con el juicio contra el Estado que inició ante un tribunal internacional, reafirma que Argentina seguirá cubriendo un crédito con el BID mientras la empresa siga en default –ya pagó unos 80 millones de dólares, en su carácter de garante– y congela las tarifas hasta fin de año.
El entendimiento tiene carácter transitorio. El objetivo es fijar las reglas de juego que guiarán la renegociación del contrato, que se realizará de aquí hasta fin de año y que determinará las nuevas condiciones para la explotación del servicio durante los 19 años que restan de concesión. Antes de llegar a este acuerdo, el Gobierno había analizado rescindir el contrato, para lo cual tenía varios motivos por los graves incumplimientos de la empresa. El punto de máxima tensión se dio en el verano, cuando Kirchner llegó a decir que “lamentablemente el agua está privatizada, pero es hora de que aquellos que ejercen la concesión tengan en cuenta que con nosotros no habrá impunidad”.
Aguas Argentinas se quedó con Obras Sanitarias en 1993. El contrato original contemplaba un plan de obras por 1390 millones de pesos para los primeros cinco años y el congelamiento de las tarifas por una década. En lugar de ello, la empresa invirtió 550 millones y logró aumentos de tarifas del 88 por ciento. El Estado lo convalidó mediante sucesivas renegociaciones del contrato. En los ’90, la compañía obtuvo una rentabilidad neta del 23 por ciento promedio por año, contra una utilidad del 6 por ciento anual que la controlante –Suez– obtuvo en Francia.
En enero de 2001, el gobierno de Fernando de la Rúa concedió una suba de tarifas del 3,9 por ciento. La mayor recaudación debía invertirse en obras de saneamiento cloacal. Aunque la compañía se atrasó con los trabajos, en 2002 volvió a aplicarse otro ajuste del 3,9 por ciento. El ente de control (Ettos) descubrió en 2003 que Aguas nunca había hecho las inversiones para las cuales se habían subido las tarifas. En consecuencia, le impuso una serie de multas: 1,9 millón de pesos por incumplimiento de metas, 6 millones por incumplimientos en el servicio, 2,1 millones por falta de información, 550 mil por reclamos de los usuarios, deficiencias en obras y motivos comerciales y otros casi 2 millones por motivos varios. En total, 10,8 millones de pesos.
En el acuerdo que se firmó ayer, sin embargo, se suspende el pago de esas multas, que hasta el momento la empresa no había efectivizado, ya que las había apelado ante la Justicia. Los expedientes transitan por distintos juzgados. En la renegociación del contrato se definirá el destino de esas sanciones. Una práctica habitual desde las privatizaciones fue blanquear a las empresas en cada renegociación de contrato, con lo cual en la mayoría de los casos no pagaron por las sanciones que les habían impuesto.
Las obras por 242,8 millones de pesos que Aguas Argentinas hará durante este año incluyen las obras no realizadas desde 2001. Todo el esquema de inversiones de la empresa está basado en la recaudación que obtiene de los usuarios, ya que la concesionaria no desembolsa dinero propio. En este momento, después de cubrir los gastos operativos, la concesionaria destina el 60 por ciento de la recaudación a obras y se queda con el 40 por ciento restante.
En el acto en Casa Rosada, Kir-chner destacó el apoyo de Francia en los últimos tiempos. Aguas Argentinas está controlada por la francesa Suez. “En los momentos más difíciles, más álgidos de la discusión con el FMI, Argentina siempre tuvo la actitud solidaria del gobierno francés, y sabemos que la seguiremos teniendo y esto para nosotros tiene un valor muy importante”, afirmó el Presidente. El vicecanciller francés, Renaud Muselier, contestó que su país “siempre estuvo al lado de Argentina ante el FMI” (ver reportaje aparte). Ese apoyo habría sido determinante para la firma del acuerdo de ayer.

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Néstor Kirchner en la presentación del acuerdo con AA.
 
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